El nuevo Golf está soportado sobre la plataforma del anterior, de modo que las diferencias entre ambos en lo tocante a dimensiones, habitabilidad o maletero no son significativas. Tampoco el chasis varía de forma significativa, mientras que el diseño aporta modificaciones evidentes, como reflejan las imágenes.
En detalle, mide 4,28 metros de largo, de modo que crece 26 mm al tiempo que reduce altura en 36. El interior acapara una puesta al día más notable, con un estudiado puesto de conducción más orientado al piloto.
La instrumentación es digital, con pantalla multivista de 10,25 pulgadas, mientras que el sistema multimedia, instalado en el centro del salpicadero, recurre a pantallas de 8,25 o 10’’.
Lleva un avanzado asistente vocal que, al parecer, admite órdenes de forma coloquial para cambiar de emisora, llamar por teléfono, regular la climatización... La presentación es más minimalista, con ausencia casi total de botones físicos, sustituidos por otros táctiles. Por su parte, la calidad sentida promete subir enteros a un de por sí elevado nivel.
AcabadosDisponible en terminaciones básica Golf, Life, Style y R-Line, de serie o en opción puede contar con instrumentación proyectada sobre el parabrisas Head-up display, frente al conductor, punto de acceso WiFi para varios dispositivos, suspensión variable DCC (hace más o menos firme el coche), control de velocidad ACC (programas la velocidad y la respeta si el tráfico lo permite, parándolo y volviendo a ponerlo en marcha en caso de atasco), aviso de abandono de carril no deseado Lane Assist (con intervención sobre el volante, para evitar invasiones del carril contrario por despiste), faros LED (incluidos en el precio de toda la gama)...
Tan o más interesante es, si cabe, su amplio abanico mecánico. Y es que el último Golf contempla motores turbo de gasolina TSI y diésel TDI, los primeros de 110, 130 y 150 CV, con cambios manual o automático DSG, y los segundos de 116 o 150 CV con las mismas combinaciones de transmisión.
Microhíbridos con cambio DSGJunto a ellos, una declinación adaptada a gas natural comprimido GNC/gasolina, el TGI de 130 CV (manual o DSG) y dos híbridos enchufables gasolina/electricidad: 204 (eHybrid) y 245 CV (GTE); ambos son DSG. Los propulsores de gasolina son, además, microhíbridos con cambio DSG, de modo que como el TGI lucen la etiqueta medioambiental ECO de la DGT. Los híbridos enchufables llevan sello CERO al superar 40 km de marcha eléctrica, sin emisiones.
Con el tiempo, la gama añadirá versiones de talante deportivo GTI y GTD, tracción total 4MOTION opcional y, quizá, un propulsor de gasolina más accesible, de 90 CV, previsto para otros países.
No habrá como antes un Golf eléctrico e-Golf motorización CERO que la marca reserva al nuevo ID.3, del que en breve os daremos todos sus detalles y que llega a los concesionarios en primavera de 2020 por unos 30.000 euros, con alrededor de 250 km de autonomía.