Al viajar a otros países (ojo, también si lo hacemos en España) por zonas nevadas o heladas, es frecuente desconocer las condiciones que encontraremos en carretera, sobre todo si son adversas, algo frecuente al acceder a estaciones de esquí, en estos momentos en plena temporada. Por ello conviene tener claros algunos consejos e ideas, entre ello.
Tener claro dónde vamos antes de coger el coche: todo cambia bajo una capa de nieve e incluso las señales pueden confundirse. Si el coche cuenta con navegador, lo programaremos antes de salir para encontrar la mejor ruta.
Escuchar las predicciones de tiempo y tráfico, y del mismo modo posibles cierres de carreteras. Con mal tiempo es mejor dejarse guiar por el pronóstico y las autoridades de tráfico, e incluso retrasar el viaje.
Antes de poner la calefacción, asegurarse de que todas las luces, ventanas y espejos estén limpios y sin nieve ni hielo. No usar nunca agua caliente sobre los vidrios para deshelarlos, pues un cambio repentino de temperatura puede romperlos. Un rascador de hielo es eficaz y barato (los hay con manopla incorporada).
Dentro del coche, activar el aire acondicionado para eliminar la condensación y los calentadores eléctricos de parabrisas y luneta posterior pulsando los correspondientes mandos o botones.
Asegurarse de viajar bien equipados para el mal tiempo: ropa abrigada, una manta en el maletero, agua y algo de comida… Como sucede en las pistas de esquí, el sol de invierno suele deslumbrar, especialmente en condiciones de nieve, por lo que conviene llevar gafas de sol a bordo.
Conducir lentamente: en carreteras nevadas, acelerar, detenerse o girar implica más espacio. Hay que dar tiempo para maniobrar.
Aumentar la distancia de seguridad: la normal de 3 ó 4 segundos debe aumentar a 8 ó 10 segundos en condiciones de nieve y aguanieve.
Cuidado con el llamado hielo negro o manchado, que no siempre es visible. Si es el caso, conducir con extrema precaución y evitar frenar bruscamente. Si el coche patina, nunca frenar sobre el hielo.
Si de casualidad el vehículo quedase atascado en la nieve, por ejemplo al maniobrar desde el aparcamiento a la intemperie, cambiar a una marcha larga, mantener las ruedas rectas y suavemente ir hacia atrás y hacia delante para intentar salir. Una pala, un saco o una alfombra vieja puede ayudar en el caso de que no pueda conducir en línea recta.