La rabia es una enfermedad vírica, de la familia Rhabdovirida, que afecta al sistema nervioso y es mortal. Es un virus de distribución mundial que afecta a toda clase de mamíferos, tanto domésticos como silvestres. Y es una enfermedad zoonótica, es decir, que pasa de los animales a las personas.
El virus se encuentra en la saliva y secreciones de los animales afectados y se contagia por mordedura o por contacto de secreciones sobre heridas abiertas.
Es una enfermedad zoonótica, es decir, que pasa de los animales a las personas
Afortunadamente, España es un país declarado exento de rabia, salvo casos accidentales importados de terceros países. Esto no quiere decir que podamos bajar la guardia y olvidarnos de la existencia de esta enfermedad. Al contrario, debemos estar alerta para mantener nuestro estatus de país exento de rabia. Máxime cuando países de nuestro entorno más inmediato (Marruecos y Francia) sí la tienen.
Hace un año se declaró un brote en las proximidades de Toledo por un perro que había viajado a Marruecos. Y este mismo año se ha diagnosticado un caso de rabia humana en una mujer marroquí que había sido atacada por un perro rabioso antes de llegar a España. Motivos suficientes para no permanecer al margen de la prevención de la rabia.
Vacuna
En la Comunidad de Madrid es obligatorio que todos los perros y hurones sean vacunados de rabia anualmente. Gracias a la obligatoriedad de vacunar de rabia, nuestros animales tienen un nivel de protección muy alto en caso de que se declare un brote de la enfermedad.
En lo referente a gatos, si bien no es obligatoria la vacunación, a nosotros nos parece altamente recomendable. Pensemos que en caso de que se declare un brote, los gatos que salgan a la calle y no estén vacunados correrán el riesgo de enfermar y, además, serán responsables de diseminar la enfermedad.
Así pues, la vacunación anual de rabia es muy necesaria. Gracias a ella nuestros animales, y nosotros mismos, nos mantenemos a salvo de esta terrible enfermedad.