El césped
- Retira la malas hierbas que, igual que el resto de tus plantas, se benefician de la primavera, compitiendo por el agua y los nutrientes. Practica escardas regulares para mantenerlas a raya.
- La siega es una de las labores más importantes. Tendrás que hacerla todas las semanas y no cada 15 o 20 días. Perfilar los bordes entra dentro de este cometido.
- Después de los rigores del invierno, es necesario abonar bien. Utiliza mantillo y fertilizante. Ponlo cuando la hierba esté seca, pero el suelo se mantenga húmedo. Luego, riega.
Las flores
- Si no lo hiciste en otoño, es el momento de plantar bulbos de primavera, como tulipanes o narcisos. Ahora los encuentras en flor en tiestos. Búscales una ubicación cálida y, si van al terreno, espera a que pasen del todo las heladas.
- También es el momento de las vivaces como la clavellina, digital, flox o coreopsis; y las anuales como tagetes, petunias, malvas o amapolas ofrecerán sus flores desde mediados de la primavera. En cualquier caso, humedece bien el cepellón para que extraerlas y plantarlas sea más fácil.
- Con la subida de las temperaturas, las plagas despiertan de su letargo, así que tendrás que estar pendiente. Las más peligrosas son el pulgón, la cochinilla y los insectos masticadores y perforadores.
- Las flores consumen muchos nutrientes, así que mezcla abono líquido con el agua y riega con ella.
- Las flores que han pasado el invierno en casa y salen ahora a la terraza o el porche necesitan una buena poda y probablemente un recipiente más grande.
- Quita las flores secas de los rosales. Si no, la planta invertirá su energía en crear semillas, no flores. De hecho, la salida del invierno es el momento ideal para podarlos.
Y no te olvides de…
Trepadoras. Si las dejas crecer de forma natural, pueden sobrepasar los límites de su soporte. Es buen momento para hacerles una poda de contención. Evita cortar los tallos principales que ascienden por el soporte y suprime los jóvenes que crecen por el suelo.
Bulbos. Cada especie necesita una profundidad específica para arraigar, pero como norma general, plántalos 2-3 veces más profundo que el tamaño de las cebollas.
Cepellones. Con el calor hay que descartar plantar a raíz desnuda, ya que puede producirse un crecimiento muy rápido. Es mejor desde cepellón, en un agujero ancho y profundo que permita plantar al mismo nivel que tenía en la maceta.
Protecciones. No las guardes todavía porque las bajadas bruscas de temperatura son frecuentes. No retires el acolchado y cubre con periódicos las plantas que hayan empezado a brotar. Los tiestos mételos dentro de casa por la noche, en prevención.