Gastronomía

Otoño: tiempo de setas

El otoño es la estación elegida por las setas para su renacer. Delicadas, sensibles y efímeras, portan a nuestros bosques una vida peculiar, imprescindible en el ciclo medioambiental de nuestro entorno.

 

Su búsqueda es una actividad que gana adeptos cada año, y su recolecta desata pasiones y deseos que pueden costar muy caros. Siendo un recurso natural limitado y escaso, los precios de mercado fluctúan constantemente y en temporadas de sequía algunas especies alcanzan cifras no aptas para todos los bolsillos.

Recolectar setas sólo tiene sentido si van a formar parte de alguna receta culinaria o medicinal. Llevar a cabo esta tarea sin un conocimiento profundo de las especies también nos puede salir muy caro. Todos los años se produce alguna intoxicación por ingerir setas no comestibles, algunas de ellas muy severas e incluso mortales.

El monte de Boadilla, con nuestros pinos y encinas, es un espacio natural muy favorable para la aparición de hongos en otoño. Incluso en muchos jardines de nuestras urbanizaciones podemos ver cómo diferentes especies se abren paso entre el césped y los troncos de los árboles.

De momento, en nuestro municipio no es necesario disponer de un permiso especial para su recolecta, pero es algo que sí se exige en algunas zonas donde el turismo micológico alcanza altas cotas de aficionados. Los permisos pueden solicitarse por temporadas completas o para una única jornada. Dependiendo de la administración local, se otorgan carnés de recolector o simples autorizaciones, pero suele ser denominador común el peso máximo por persona en la recolecta, de manera que se regule y equilibre un desarrollo sostenible del espacio natural.

Consejos

◆ Infórmate si en la zona que vas a visitar es necesario algún tipo de permiso.

◆ Consulta el parte meteorológico antes de salir. El otoño y la primavera son muy inestables y no es conveniente estar en el monte si hay tormentas, sobre todo eléctricas.

◆ Si no conoces bien la zona, prepárate adecuadamente el recorrido. Lleva un mapa, brújula o GPS, y el teléfono móvil con batería suficiente.

◆ Ropa y calzado cómodos, flexibles y transpirables. Un chubasquero nunca está de más.

◆ Cesta de mimbre y navaja o cuchillo corto. Las bolsas de plástico, prohibidas.

◆ Las cestas de mimbre son transpirables y permiten la difusión de esporas mientras caminamos. En una bolsa de plástico, la mayoría llegará en mal estado.

◆ Una guía o aplicación móvil para identificar especies y variedades.

◆ Cuidado al tocar especies venenosas, tóxicas o alucinógenas. Cualquier gesto inconsciente puede trasladar esporas a tu boca o nariz.

◆ No consumir nada de lo que no estés seguro.

◆ En caso de duda, consulta siempre a un experto.

◆ Las setas de jardín pueden estar también contaminadas. Abonos químicos o la orina de las mascotas pueden afectar a su desarrollo y sabor, aún siendo comestibles. Por los mismos motivos, tampoco son recomendables aquellas que se encuentren en lugares de mucho tránsito o en los arcenes de las carreteras.