El nuevo Mini Clubman viene a situarse como alternativa algo más familiar al Mini 5 puertas, con un diseño muy del estilo británico shooting-brake, o semi familiar. Más largo que aquel, ofrece unas plazas traseras un poco más holgadas para las piernas, muy de agradecer para sus escuetos 4,25 metros de largo –por 1,80 de ancho, es decir, 27 cm más de longitud y 9 extra en la anchura, comparado con el Mini 5 Puertas–. Un pasajero de 1,85 metros viaja sin apuro detrás de un conductor de esa talla, nada mal.
El maletero, de doble fondo y capacidad en la media del segmento compacto, suma soluciones versátiles, como el respaldo trasero partido en secciones 40:20:40.
También confieren polivalencia sus 6 puertas. El anterior Clubman, de 2007, contaba con 5, valorando la portezuela derecha de movimiento opuesto a la marcha. El nuevo tiene cuatro convencionales para acceder al interior y las dos simétricas opuestas del maletero, llamadas Split Doors. Un guiño a los orígenes del Clubman –de 1969– más estético que práctico, porque resta visibilidad posterior. Con sistema Easy Opener, abre eléctricamente hasta desde el mando a distancia inteligente Comfort Access, incluso llevándolo en el bolsillo y acercando el pie bajo el paragolpes trasero, por si vamos con las manos cargadas. Estrena salpicadero y, según sus responsables, gana en calidad. También recibe butacas delanteras eléctricas opcionales.
El coche aterriza con dos propuestas de gasolina y una diésel, todas turbo. Las primeras, el Cooper 1.5 de 3 cilindros y 136 CV, de serie manual y en opción automático Steptronic de seis velocidades, y el Clubman Cooper S, un enérgico 2.0 de 192 CV.
Nuevo cambio de ocho marchas
También es manual de serie, pero puede pedirse con una nueva caja automática ZF de ocho relaciones (1.800 euros), garante de una respuesta sensacional.
Climatizador bizona, faros LED, multimedia a la última, freno de estacionamiento eléctrico y cámara de retroceso, control de crucero activo, frenada autónoma a baja velocidad, reconocimiento de señales o aviso de precolisión son dispositivos al alcance del nuevo Clubman. Un modelo que no sale precisamente barato, pero que está llamado a batirse con compactos Premium al estilo del Audi A3 Sportback. Desde luego, es el Mini más sofisticado del momento, tan personalizable como el que más.