Cierto: con la llegada del frío guardamos la ropa de verano y sacamos la más adecuada para afrontar estos gélidos meses. Curiosamente, y al menos en nuestro país, no acostumbramos a hacer lo propio con nuestro vehículo, y deberíamos, sustituyendo los neumáticos de verano por otros específicos de invierno. “Solo voy por ciudad”, “Este año no nevará” o “Conduzco despacio y controlo” son excusas habituales para no hacerse con este tipo equipamientos.
Un error, pues por debajo de 7°C los neumáticos de verano pierden agarre de forma gradual poniendo en riesgo la estabilidad y las prestaciones de frenada. Para hacerse a la idea, calzando gomas invernales a 80 km/h, y sobre nieve, la distancia de detención es de 70 metros, 40 menos que con las de verano. La diferencia estriba en los compuestos de la banda de rodadura, su tecnología de láminas especiales, la forma de las zonas de contacto y el dibujo específi co.
Tan eficaces como la tracción total
De hecho, estos neumáticos pueden ser tan o más eficaces que un vehículo de tracción total, pues disfrutan de componentes que reaccionan a bajas temperaturas. Incluso reducen el riesgo de aquaplaning (frenada un 10% más corta en lluvia).
Las ruedas de invierno se reconocen por las iniciales M+S (mud and snow, de barro y nieve en inglés), acompañadas por el símbolo de una montaña con un copo de nieve en el flanco.
Fabricantes como Pirelli recuerdan que, con el frío que ya se nos ha echado encima, muestran un comportamiento dinámico muy superior, mejorando no solo la seguridad, sino también el rendimiento general del vehículo. Por cierto, su precio viene a ser el de las cubiertas convencionales, como su duración, siempre que no se lleven puestas en verano. De modo que si las intercambiamos (otra cosa será guardarlas) disfrutaremos de zapatos de coche el doble de tiempo entre unas y otras.
CONSEJOS DE CONDUCCIÓN INVERNAL
> Conduce con suavidad. Evita acelerones, golpes de volante o frenazos, en particular sobre nieve o hielo.
> Comprueba la presión de las ruedas con frecuencia, siempre en frío. Ten encuenta que la presión varía según la temperatura exterior: 2,0 bares medidos a +20ºC disminuyen a 1,74 bares a -5ºC, y a 1,59 bares cuando la temperatura es de -20ºC (diferencia del 20%).
> Chequea con frecuencia la banda de rodadura. El rendimiento de los neumáticos de invierno es efectivo hasta 4mm. Por debajo, ya no son adecuados.
> Rota los neumáticos en la dirección correcta. Hazlo cada 10.000/12.000 km.
> Instala siempre cuatro neumáticos de invierno.
> Usa neumáticos con clavos donde esté permitido, en las cuatro ruedas. Si lo haces, consulta la capacidad de carga del vehículo y el código de velocidad.
> Controla el límite de velocidad.
> Almacena los neumáticos en condiciones. Cuando no uses los neumáticos de invierno guárdalos montados en llantas e inflados, y comprueba regularmente su presión. Si se almacenan sin llantas deben amontonarse sobre los flancos, en pilas de cuatro máximo para no deformarlos.