El rascado no es suficiente para decidir que un animal tiene alergia, aunque sí es un síntoma muy habitual de los procesos alérgicos. El diagnóstico no siempre es fácil, así que a veces hay que armarse de paciencia dar con la respuesta.
Hay tres grupos fundamentales de causas de picor:
- Enfermedades causadas por parásitos externos
- Infecciones
- Dermatitis alérgica
Lo primero es tratar el prurito para mejorar la calidad de vida del perro. Una vez logrado, debemos descartar un problema parasitario, a continuación tratar las infecciones si las hay y, por último, si persiste el picor, investigar alergias.
Calmar el picorPara abordar el control del picor, existen medicamentos de última generación que lo interrumpen en pocas horas. Esto, a su vez, ayuda a disminuir las lesiones causadas por el rascado.
Buscar parásitosLuego descartaremos la presencia de parásitos externos, pero si existen los trataremos. Es habitual, en animales que se rascan, la presencia de pulgas o ácaros que pueden llegar a causar picor de mucha intensidad.
Para llegar al diagnóstico es necesario hacer pruebas como raspados cutáneos, improntas, citologías del oído y/o de otras localizaciones. Si el problema está originado por estos ectoparásitos, el tratamiento adecuado del problema debería solucionar el cuadro. Si el picor persiste, habrá que seguir investigando y avanzar en el diagnóstico.
InfeccionesAhora será necesario identificar y tratar infecciones cutáneas. Son muy frecuentes como complicación de enfermedades dermatológicas. Producen picor y, muchas veces, dificultan el diagnóstico de la causa primaria del problema. Hasta que no se han tratado y solucionado, no es posible identificar esa enfermedad de base.
Es muy habitual el pioderma (infección bacteriana de la piel) y la dermatitis por malassezia (infección por una levadura). Sabremos que hay pioderma por la presencia de pústulas, pápulas, collaretes epidérmicos, etc. En el caso de la dermatitis por malassezia se suele ver alopecia, engrosamiento y oscurecimiento de la piel, seborrea, etc.
Necesitaremos tomar muestras citológicas para su estudio microscópico y, en ocasiones, solicitar cultivos bacterianos para seleccionar el antibiótico más eficaz. El tratamiento consistirá en baños con champú antiséptico, antibióticos, antifúngicos y fármacos que corten el picor.
Si a pesar de haber controlado estos procesos infecciosos, el picor continúa, deberemos pasar a la siguiente fase. En este momento podemos decir que el animal es alérgico. En el próximo artículo nos centraremos en el diagnóstico y tratamiento de la alergia.