Mascotas

Mi perro es alérgico, ¿qué hago?

Lo primero, tranquilidad. Después, investigar la causa para saber qué provoca esa respuesta exagerada de su sistema inmunitario y poder tratarla.

 

Existen tres enfermedades muy comunes que provocan alergia. Son las primeras que hay que tener en cuenta. Hablamos de la dermatitis alérgica a la picadura de pulgas (DAPP), la alergia alimentaria y la dermatitis atópica o alergia ambiental. Debemos estudiarlas todas y en este orden:

1º DAPP. Una única picadura de pulga en un animal alérgico desencadena una reacción severa y picor intenso. Las pruebas en sangre nos dirán si hay anticuerpos frente a la saliva de la pulga. En caso afirmativo, se controlan los síntomas mientras se aplican de forma estricta antiparasitarios, tanto en el animal enfermo como en los que convivan con él. Si da negativo en DAPP, pasaremos a la siguiente.

2º Alergia alimentaria. Consiste en la hipersensibilidad a un alimento. Cursa con otitis, pododermatitis, infecciones secundarias y, en pocas ocasiones, con trastornos digestivos. Una de las opciones para saber qué alimento causa la alergia es una dieta de eliminación. Si se averigua el origen, el perro necesitará un control preciso de su alimentación durante toda la vida. En caso de resultar negativa, investigaremos las causas ambientales.

3º Alergia ambiental. Es una enfermedad cutánea inflamatoria, con picor y condicionada genéticamente. Es una enfermedad crónica y requiere tratamiento de por vida. El tratamiento englobará varios factores y se adaptará a cada caso.