No es fácil innovar en gastronomía. Pero Raúl Harillo, cocinero con 21 años experiencia y que ha trabajado con algunos de los mejores (Diverxo, Pedro Larrumbe, Goizeko Kabi...), tuvo claro que en la ciudad en la que vive y en su barrio (Viñas Viejas), si abría un restaurante era para “hacer algo diferente, con una carta que no recuerde a la de otros sitios, en un lugar también diferente...”. Y claro, con el favor del público. Damos fe de que lo ha conseguido.
"Cocina de calidad de mercado, con toques de cocina fusión"
El restaurante Lúbora abrió sus puertas en Viñas Viejas hace un año y dos meses. Ocupa un amplio, luminoso y moderno local, con terraza y entrada en la calle Julio Fuentes con Mariano Barbacid. Una zona tranquila en la que se aparca bien, entre las urbanizacio- nes históricas y el sector B.
Hacen una cocina mediterránea de autor que define como “cocina de calidad de mercado, con toques de cocina fusión. Aquí cocinamos mucho. Todo se trabaja en el local de principio a fin porque somos todos cocineros. Con un buen producto, con un equipo de sala que atiende muy bien...”, resume Raúl.
En la carta: desde unos Callos con mucho morro (“fueron premio 2018 a los Mejores callos de la Comunidad de Madrid”), Tartar de atún (con alioli suave, trufa y base de ajo blanco de coco), el Ceviche de gambón... O Garbanzos con langostinos (al ajillo al aroma de Jeréz), Canelón de carrilleras, Rodaballo asado (con salsa de palo cortado) o una sorprendente Ensaladilla rusa, un plato sencillo que, bien hecho, es un manjar de lujo.