Lúbora mantiene la esencia y filosofía que le caracteriza: producto de calidad y fresco traído a diario, una cocina en la que se prepara cada elaboración de principio a fin, y una oferta gastronómica con base tradicional (platos de cuchara, callos, carnes y pescados...), pero con el toque de modernidad y puesta al día que ha querido imprimir su cocinero, Raúl Harillo, a cada una de las cosas que hace.
De esa combinación de ingredientes de proximidad con muchos otros de cualquier continente, surgen esos platos tradicionales, modernos, vistosos... Y sobre todo, ricos. ¡Muy ricos!