Sí es verdad que en viviendas de uso diario el suelo radiante es el mejor sistema de climatización (calor y frío). No solo por su excelente comportamiento sino también porque se eliminan los radiadores y con ellos las manchas que producen en la pared, las uniones entre tuberías con el consiguiente riesgo de avería, etc. Y que, además, en un clima seco como el de Madrid proporciona un extraordinario confort en el modo verano, sin las corrientes de aire frío de un sistema tradicional de aire acondicionado.
¿Quiere eso decir que una vivienda con radiadores no puede aprovechar las múltiples ventajas de las modernas y económicas bombas de calor? Pues no.
¿Pero por qué tenemos que sustituir nuestra antigua caldera de gasóleo por otra de gas natural o aerotermina?
¡¡¡PARA AHORRAR¡¡¡
Ya hemos explicado en estas páginas cómo comparar el coste de las distintas energías, bien sea gasóleo, gas natural o electricidad. Se trata de pasarlas a la misma magnitud, el kilovatio hora (kW/h). En el caso de la electricidad es fácil, porque así viene expresado en la factura. Pero en los casos del gasóleo y gas hay que aplicar un factor de corrección. La energía que se consume en una vivienda unifamiliar en nuestra zona es del orden de los 25.000 kW/h al año, que cada uno saque sus conclusiones.
Cualquier experto puede aconsejar como aprovechar la aerotermia sin costosas obras y utilizando la misma red de tuberías y emisores ya instalados. O sustituyendo estos por equipos autónomos que proporcionen frío y calor discriminado las habitaciones en función de su horario de uso y disminuyendo aún más de ese modo en el coste de la factura de energía.