Son gatos muy llamativos por su aparente ausencia de pelo. ¿Y por qué decimos “aparente”? Pues porque, en realidad, sí tienen. Un vello fino y suave, apenas perceptible, les cubre todo el cuerpo.
Esta supuesta ausencia de pelo ha originado el mito de que estos gatos no causan alergias. Pero no es cierto, no solo porque sí tienen pelo sino porque la alergia la causa realmente otra cosa. Se trata de una proteína, la Fel D1, que está presente en la saliva de los gatos y el Sphynx, además, la produce en grandes cantidades.
Su cuerpo esbelto y delgado les da a estos felinos una belleza especial. Además de la heterocromía de algunos, es decir, tener un ojo de cada color.
Su piel, bastante arrugada y con gran cantidad de grasa, necesita una higiene escrupulosa. Los baños deben ser frecuentes y hay que prestar especial atención al cuidado de orejas y ojos.
Su temperatura corporal es más elevada que la de otros gatos y son muy sensibles al frío y al calor, no llevan bien los cambios.
Carácter
Son gatos curiosos, juguetones, alegres, pacíficos y muy cariñosos. Se considera una de las razas más mimosas y dependientes de los dueños. Eso
sí, aunque son ellos los que van a buscar atenciones, no les gusta que seamos las personas quienes tengamos la iniciativa de ir a cogerles y acariciarlos.
Su metabolismo es más rápido que el de otros gatos y tienen requerimientos nutricionales más altos que otras razas. Son bastante voraces y se corre el riesgo de tener animales obesos. Deben tomar una dieta adecuada y controlada por el veterinario.