La familia Fiat 500 va camino de convertirse en una marca dentro de la propia marca italiana. No obstante, el remake de utilitario y sus declinaciones familiares totalizan a estas alturas 1.600.000 unidades vendidas. La última derivada, probablemente la más atractiva porque además es muy versátil, se llama 500X y entra en el segmento todocamino.
Llega para hacer la contra a súper ventas como el Nissan Juke con argumentos sólidos: un diseño retro, claramente inspirado en el del 500 utilitario, que entra por los ojos, una calidad consistente, innumerables opciones de personalización, eficaces motores turboalimentados en diésel y gasolina… e incluso dos diseños: City Look, de carácter más rutero o urbano, y Off -Road Look, de aspecto inminentemente campero.
Supera 4,20 metros de longitud y en versión Off -Road Look despeja 17,9 centímetros hasta el suelo para saltar a pistas con mayores garantías. Dentro acomoda a cinco con un puesto al volante fácilmente adaptable a todo tipo de usuarios.
Conectividad Uconnect hasta con enlace a internet, navegador y ordenador de viaje son elementos al alcance del nuevo modelo. Su gama mecánica comprende seis variantes: tres diésel y tres de gasolina, los primeros Multiair de 140 y 170 CV o e-Torq con 110, y los segundos Multijet de 120 CV y 140 CV. Asocian cambios manual de seis velocidades o automático de 6 ó 9 marchas, con tracción delantera 4x2 (la única que puede llevar el 500X Urban), o total con reparto variable entre ejes según el agarre en cada momento. Además, los 4x2 pueden contar con Traction+, un control de tracción que reparte la fuerza según el terreno a superar. A su vez, el 500X Off -Road incluye protecciones en los bajos, los pasos de rueda y el frontal.