¿Cómo nació Faldas con vuelo?Este libro lleva muchos años fraguándose, recopilando información y dando forma a las historias. Desbrozando lo fundamental de la maleza. Pero, al final, ¡aquí está! Y me siento orgullosa de haberlo conseguido. Publicar la primera vez da mucho vértigo.
¿Escribir es un trabajo solitario?
Sí, sin duda. Cuando uno escribe está muy solo y además te asalta la inseguridad de si lo que estás haciendo le interesará a alguien. Se sufre mucho escribiendo, pero si no lo hago, me muero un poco.
Pienso que no existe el bloqueo del escritor, sino la pereza y la desmotivación. Hay que ser disciplinado y sentarse a escribir aunque sea un párrafo. Pero es difícil porque la vida te come.
¿Está gustando el libro?
Sí. Me estoy llevando muchas alegrías. Como parte de la promoción se lo envié a personas conocidas, como el director de cine José Luis Garci. Se lo leyó enseguida y lo ha recomendado en su programa de radio Cowboys de medianoche.
Cómo son los relatos?
Las historias que cuento son muy reales. Hay mucho de cosas que he oído o me han contando, aderezadas luego con mi imaginación. La vida está llena de historias que merecen ser escritas.
La mujer es la protagonista, pero, en el fondo, los relatos ponen sobre la mesa temas humanos que nos pueden afectar a todos. Hablo sobre lo imperfectos que somos, cómo nos equivocamos, las encrucijadas de la vida, la soledad, el desempleo, el primer amor, la rutina en la pareja...
"La vida está llena de historias que merecen ser escritas"
Se me da bien identificar los sentimientos más comunes y describirlos. Creo que por eso la gente se siente identificada, aunque los conflictos que planteo no siempre se resuelvan satisfactoriamente. No soy de finales efectistas. La vida muchas veces se queda en puntos suspensivos.
Llevas 20 años en Boadilla del Monte. ¿Qué es lo que más te gusta?Me encanta que haya tantas zonas verdes, así puedo pasear con mis perros. Y el tener cerca una oferta tan amplia de restauración. ¡Hay sitios para comer realmente bonitos, no tienen nada que envidiar a los locales de Nueva York!