Reportaje

Nuria Sánchez: "Salir a escena es mágico"

Nuria Sánchez (36) lleva la interpretación y la música en la sangre. Desde muy pequeña sabía que su destino estaba sobre el escenario. Podemos verla en el Teatro Lara con 'Desencantadas' hasta marzo. Además, gestiona con su marido, Víctor Ullate Roche, Crescendo, compañía teatral de artistas jóvenes. Hablar con ella es recuperar la ilusión por los sueños.

 

Empezó a estudiar canto y danza. Estaba en una compañía amateur de teatro y se presentaba a todas las audiciones posibles sin que lo supiesen sus padres. Con 14 años, Nuria Sánchez ya se estaba preparando para lo que vendría después. “En realidad, me descubrió un vecino que también era artista. Yo cantaba en el baño y me escuchó. Subió a mi casa y le dijo a mi madre que su niña cantaba precioso y que por qué no iba a clases”, explica.

Con 17 años, Nacho Cano la seleccionó para Hoy no me puedo levantar. Y con 18 la escogieron para el musical Quisiera ser, sobre el Dúo Dinámico. Ahí conoció a su marido, el bailarín Víctor Ullate Roche.

¿Cómo es la vida de una actriz musical?Nosotros somos atletas de la voz (los bailarines ya es otra cosa, ellos son atletas de todo). El descanso es fundamental, dormir ocho horas, hidratarse bien y hablar poco fuera del escenario [risas].

Cuando tienes nueve funciones semanales, con dobletes viernes y sábados, no puedes descontrolarte. La voz está muy conectada a las emociones. Aún así, a veces no tienes un buen día, entonces la técnica es nuestro seguro de vida.

De todos modos, ¡salir a escena es mágico! Ya puedes estar malísimo que es pisar el escenario y te transformas. Eso sí, acabas la función y estás muerto; al día siguiente no eres persona [risas].

Reconozco que he aprendido a dosificar mucho mi energía porque además del teatro, tengo a mis alumnos y soy madre.

¿Fuiste mamá muy pronto, no?

Sí. Víctor y yo nos llevamos 15 años, y el tenía muy claro que quería ser padre. Así que fui madre muy joven, con 23 años. Como lo pasaba muy mal yéndome de gira y dejando a mi pequeño, reduje mi actividad profesional durante un tiempo y trabajé en una compañía que actuaba en el Teatro Español (Madrid).

Solo hace tres años, más o menos, que he vuelto al musical, que ¡me encanta! He estado en Romeo y Julieta, Peter Pan, Godspell... y ahora en Desencantadas, en el Teatro Lara.

¿Ser madre te hace más selectiva con el trabajo?Una de las cosas que aprendes es que tienes que escoger. Como nosotros decimos, la vida del musical es la vida del monje [risas] y hay etapas en las que no se puede asumir una dedicación exclusiva.

Menos mal que tengo una familia que me ayuda mucho. Mis padres viven en Boadilla, como nosotros, y son un apoyo grande. Y también tengo el de Víctor.

Háblame de Desencantadas...Es una comedia musical divertidísima. Es una obra sobre las princesas de Disney 20 años después. Yo hago de Cenicienta, papel que alterno con Goizalde Núñez, una actriz maravillosa. También aparecen Rapunzel, Bella, Blancanieves, Mulan, Pocahontas... Mi personaje, Cenicienta, es la que está más anclada en los cuentos, es inocente, dulce, se lo cree todo, pero empieza a plantearse la situación con el príncipe, con su físico...

Tiene un mensaje que a mí me apetecía mucho dar. Te da para pensar en todos los cánones de belleza que tenemos, de una excesiva perfección. Yo con 15-16 años tuve anorexia, y creo que ahora la gente joven tiene mucha presión con las redes sociales.

Es la primera obra en mi vida que no me preocupa cómo salgo. ¡Cuanto más desastrosa, mejor! ¡Me hace muy feliz! Estaremos en el Teatro Lara hasta marzo (incluido).

Y en otoño, espero poder incorporarme a la siguiente temporada de Godspell, el musical de Antonio Banderas y Emilio Aragón. Parece que hay posibilidades, así que ojalá pueda unirme al proyecto.

Y además estás con Crescendo...

Sí, es un proyecto muy personal que tenemos entre manos Víctor y yo. Crescendo es la primera compañía profesional de teatro para jóvenes artistas (12- 17 años). Rescatamos la literatura clásica y la convertimos en teatro musical.

El 70% son niños con mucho talento de nuestra escuela que ya han participado en producciones como Matilda o Circlassica.

Es una manera de que los más jóvenes descubran obras clásicas y vean a otros como ellos en el escenario. Estrenaremos en octubre con Don Quijote de la Mancha.

"Las artes escénicas ofrecen herramientas de futuro a los niños y jóvenes, sean luego artistas o no"

¿Las artes escénicas son importantes en la educación?¡Totalmente! Les ofrecen herramientas para su futuro, sean luego artistas o no. También les ayuda a descubrir su talento; todos tenemos uno. No hay que creer en las etiquetas. De eso hay muchos ejemplos en la historia: Einstein, Coco Chanel, Michael Jordan... Y además, les enseña a gestionar la frustración.

¿Qué consejo le darías a los que quieren ser artistas?Que no se rindan, que lo sueñen muy fuerte. Si no dejas la lucha siempre se consigue. Es una profesión sin techo. Pero sin buscar la fama, ni ser rico. Algunos lo consiguen, pero no se elige esta profesión por esas razones, sino por amor a lo que se hace. Se puede vivir de este trabajo y ser muy feliz.

Y que sean gestores de proyectos. Un artista no puede estar esperando la llamada. Tú eres tu empresa y tienes que darte visibilidad. En este sentido las redes sociales son una ayuda estupenda. Hay que ir sembrando hasta conseguirlo.

En España hay mucho talento para los musicales, gente muy joven, con muchas ganas y muy preparada.

 

Nuria Sánchez y Víctor Ullate Roche gestionan las asignaturas artísticas del Bachillerato Internacional especializado en Artes Escénicas y Cine en el Agora Madrid International School. Además de liderar en el mismo centro el proyecto de artes escénicas del colegio desde primaria a secundaria, con clases de voz e interpretación.

Por otro lado, continúan con la labor docente en su escuela Sing and Dance Project, con sede en Agora Madrid International School, donde imparten clases de música, canto, teatro y danza para niños y adultos, y el Programa de Alto Rendimiento de Teatro Musical, entre otras actividades.