La pista, con una dimensión de 32 x 19 metros, está formada por solera de hormigón armado. Se han construido, además, muros perimetrales de contención y una canaleta para la recogida de aguas pluviales. Cuatro proyectores leds instalados sobre dos báculos de seis metros de altura servirán para iluminar este espacio, que se pintará con las líneas de baloncesto.
Además de su uso deportivo, la pista se utilizará para los campamentos de verano, para ofrecer las comidas o instalar carpas durante la celebración de fiestas, como la de San Babilés, el próximo domingo.
La actuación ha contado con un presupuesto de 35.000 euros y las obras se han hecho en paralelo a la reforma de las pistas de tenis aledañas.