Lys Arango es Licenciada en Relaciones Internacionales y Maestría en Periodismo, y su trabajo se centra en proyectos a largo plazo sobre temáticas sociales a través de sus fotografías y artículos. De hecho, ha trabajado para ONG’s internacionales, la ONU y ha publicado sus reportajes en medios como The Independent, BBC News, The Huffington Post, El País, ABC, La Vanguardia, El Salto, Marie Claire Magazine y El Mundo.
¿En qué estás trabajando ahora?
Este año estuve un par de meses en Guatemala para avanzar con un proyecto de fotografía documental que comencé en 2019 sobre las raíces de la migración climática en tierras mayas. Volví a Europa en junio y al mes siguiente volé a Bangui, República Centroafricana, con un encargo de Médicos Sin Fronteras sobre el impacto del conflicto armado sobre la población civil.
¿Te gustaría realizar algún proyecto de investigación periodística, exponer tus fotos, etc. en España? El año pasado empecé un proyecto fotográfico y periodístico en Asturias, la tierra de mi padre. Pasé un mes allí, pero me tuve que marchar porque las restricciones de movilidad provocadas por la pandemia hacían complicado el acceso a la población. Tengo pensado volveren cuanto tenga la ocasión. En relación a las exposiciones, tengo una programada para octubre en la galería Park36, en la calle Alfonso XII (Madrid) , sobre mi trabajo de Guatemala.
¿Cuándo supiste que tu camino como periodista iba a ir tan ligado a temas humanitarios?Desde que estudié la carrera de Relaciones Internacionales, me interesé por todo lo que tuviera un carácter social. De modo que cuando empecé a dedicarme al periodismo en 2015 me enfoqué directamente en esos temas y el acceso al mundo humanitario fue un paso evidente.
¿De todas las situaciones críticas que hay en el mundo, cuál es la que más te impacta o preocupa?
"Ninguna plaga es tan letal y, al mismo tiempo tan evitable, como el hambre”
El hambre. El hambre ha sido, desde siempre, la razón de cambios sociales, progresos técnicos, revoluciones, contrarrevoluciones. Nada ha influido más en la historia de la humanidad. Ninguna enfermedad, ninguna guerra ha matado más gente. Todavía, ninguna plaga es tan letal y, al mismo tiempo, tan evitable como el hambre.
Todos sabemos que hay ochocientos millones de personas que pasan hambre cada día, que cada cinco segundos un niño de menos de 10 años se muere de hambre, en un planeta que, sin embargo, rebosa de riquezas. En su estado actual, en efecto, la agricultura mundial podría alimentar sin problemas a 12.000 millones de seres humanos, casi dos veces la población actual.
De modo que comparto la indignación de la pregunta que se hace el escritor argentino Martín Caparrós: “¿Cómo carajo conseguimos vivir sabiendo que pasan esas cosas?”