Reportaje

La Asociación de Mayores de Boadilla, un espacio para los más veteranos

No son pocos los vecinos que, ya jubilados, siguen trayéndose entre manos ocupaciones cotidianas como el cuidado de los nietos. Pero para ellos y todos los que no sepan qué hacer con un tiempo libre del que no disfrutaron en su etapa laboral, la asociación boadillense de la tercera edad ofrece un interesante elenco de posibilidades.

 

 La Asociación Mayores de Boadilla (www.mayoresdeboadilla. es) está situada en la calle José Antonio, 42 (primera planta), frente a la sede del consistorio y en pleno casco histórico. A ella pueden adherirse “todas aquellas personas residentes y empadronadas en el municipio, o que simplemente estén de paso, que sean pensionistas y mayores de 65 años”, explica Antonio Ruiz, su presidente desde hace tres años.

 

Precisamente ha sido en los últimos tiempos cuando más brío y actividad ha cobrado una agrupación que bien puede atender y cubrir parte del tiempo libre del que, sin duda, gozan el grueso de nuestros mayores. En este sentido, la Asociación Mayores de Boadilla contempla un buen número de propuestas, como viajes, excursiones, eventos, bailes y juegos…

 

“Hemos pasado de ser unos 400 socios a más de 1.100”, detalla Antonio. “La mayoría –prosigue– son vecinos empadronados, lo que llamamos socios de pleno derecho, y una pequeña parte, no más del seis o del siete por ciento, miembros que no viven en la localidad pero acuden a ella con frecuen- cia. Les llamamos transeúntes, y en la actualidad gozan de los derechos que los primeros, salvo en acciones muy concretas”.

 

Como una empresa más

 

Aunque los socios pagan seis euros al año, la asociación está subvencionada por el Consistorio (este ejercicio con 80.000 euros), si bien no depende de Servicios Sociales, como les gustaría. En realidad, y a todos los efectos, funciona como una empresa más. “Tenemos a tres personas en nómina –detalla Antonio–, y por supuesto obligaciones contables y fi scales, que incluyen rendir cuentas al Ayuntamiento acerca de los gastos a los que destinamos la subvención”. Este año, además, gestionan las ayudas al transporte que Boadilla presupuesta para los pensionistas.

 

Ser socio da derecho a una pequeña cesta navideña (que se recoge en el local de la asociación), pero sobre todo a participar en las acciones programadas, como la comida de Navidad con precios subvencionados que, según la tipología del asociado, oscilan entre ocho y doce euros. En la última juntaron a 400 personas en el club Las Encinas y, según cuenta Antonio, “todo salió de maravilla”.

 

También da derecho a participar en los viajes (normalmente, unos cinco por año a distintos puntos de la geografía española), que negocian con las agencias para conseguir precios ventajosos. “Suele ser más la gente que se apunta que las plazas disponibles –relata–, de modo que las sorteamos. Es más, entre los ganadores también sorteamos los asientos en los autocares, para evitar recelos…”

 

Nueva sede

 

Los que Antonio llama viajes de día comprenden desayuno, comida, merienda y hasta baile. “Así hemos ido a ver la Sábana Santa de Alcalá de Henares, los pantanos de Madrid, exposiciones… La asociación pone el autobús”, explica.

 

Pero hay más, pues en la sede ofrecen servicios de bar, fisioterapia, podología, peluquería y esteticien. También clases de canto, de las que se nutre un coro rociero que actúa el segundo domingo de mes en la Iglesia del Convento y que, en ocasiones, interpreta en residencias locales de ancianos. Asimismo, hacen baile (todos los viernes) en coordinación con la Escuela de Pilar Domínguez, mientras que una empresa a la que habilitan salas propone clases de gimnasia, taichi, baile de otros tipos, manualidades, técnicas para ejercitar la memoria, informática…

 

Atender a los más necesitados

 

Esta primavera la asociación estrenará su segunda sede, en los bajos del nuevo centro de salud de Residencial Siglo XXI, en la calle Secundino Zuazo. Previsiblemente, y por cercanía, atenderá a la mayoría de socios. “También allí tendremos peluquería y bar, pero nos gustaría, y así se lo hemos hecho llegar al Ayuntamiento, que éste ofreciese comidas a quien las solicite y que atendiese situaciones de exclusión social y a gente que físicamente no pueda desplazarse”.

 

Antonio añade que, “con todo, seguiremos con la actual sede porque no podemos olvidar a los mayores que viven en el pueblo, sin medios para desplazarse, si bien hemos pedido variar ligeramente la línea de autobús 571 para enlazar una y otra casa, en la medida de lo posible”.

 

Reconoce que “en el diseño de la nueva casa se han tenido en cuenta muchas de nuestras peticiones. Allí tendremos cafetería, gimnasio (espero que no con máquinas), biblioteca (aunque la actual no suele estar precisamente concurrida), salón de actos polivalente y otros para peluquería, fisioterapia, esteticien y podología.

 

Mientras llega ese esperado estreno, la Asociación Mayores de Boadilla prepara su fiesta y baile de Carnaval, “en la que además de cenar, nos disfrazamos y donde acude nuestro músico, que llevamos con nosotros a todas partes”.