Eva es la creadora de Hada de Fresa, un divertido personaje mágico que nació sin alas y que, por eso, tiene que superar muchas barreras en su vida. A través de ella ha conseguido explicarle un montón de cosas de la vida cotidiana a su hija Yaiza, que nació con una enfermedad rara.
Cómo empezó todo
Eva ha sido directiva de empresas multinacionales durante 20 años, pero todo cambió hace once, cuando nació su primera hija, Yaiza.
“Desde el principio nos dimos cuenta que iba más despacito que los bebés de su entorno. Tenía poco tono muscular, casi no sonreía... A los 10 meses, le hicimos unas pruebas genéticas y descubrimos qué le pasaba: tenía una enfermedad rara llamada Idic 15, una duplicidad en el cromosoma 15. No afecta a la esperanza de vida, ni a órganos vitales, pero un 50% de los niños suele presentar un cuadro autista y otro 50% no llega a hablar. ¡Un jarro de agua fría todo!, explica Eva. “Como padres – continúa – es como si pasaras por las fases del duelo. Tienes que despedirte de la idea de hijo que tenías. Es devastador”.
“Me convertí en una gran contadora de cuentos. Cuanto más trabajas la creatividad, más funciona”
Pero lejos de hundirse, Eva y Juan Luis, adaptaron la casa a las necesidades de la pequeña. “Mi casa era un gimnasio, lleno de colchonetas, espalderas... Fue una terapia intensiva desde los dos hasta los seis años. Pero funcionó muy bien: empezó a andar, a correr bastante bien, y a los cuatro años comenzó a hablar de corrido”, cuenta.
En todo ese proceso de estimulación, Eva se encargaba de los ejercicios físicos y para que fuera algo divertido, le contaba historias a Yaiza. “Gracias a eso me convertí en una gran contadora de cuentos. Cuanto más trabajas la creatividad, más funciona”, reconoce. Sin saberlo, eso fue el germen de lo que vendría, el personaje de Hada de Fresa.
Educación audiovisual
Uno de las terapeutas se dio cuenta de que la pequeña aprendía mejor con medios audiovisuales que explicándole las cosas cara a cara. Sus padres empezaron a buscar contenido para ella en YouTube pero, como no encontraban nada adecuado, a Eva se le ocurrió: “¿por qué no hacemos ese contenido nosotros?” A su marido le encantó la idea y, como se le da bien la edición y la fotografía, pensaron que él se podía dedicar a la parte técnica y ella a idear las historias. Y así lo hicieron.
Crearon un canal de YouTube en el que van contando historias divertidas con personajes hechos a partir de juguetes de Yaiza, a los que Eva pone voz. “Hago muchas voces, pongo acentos distintos y luego con el ordenador subimos o bajamos tonos. Una especie de guiñol pero en plan 3.0”, explica. En cada vídeo abordan temas complejos y otros más cotidianos con mucha naturalidad, como el bulling en el cole, por qué comer verdura, cómo comportarse en una boda...