El 2019 ha sido un año muy especial para el Goldiam Boadilla Club de Gimnasia Rítmica Boadilla después de participar y conseguir varias medallas en el XIX Campeonato Internacional The Necklace of Dessislava, organizado por la Federación Búlgara de Gimnasia Rítmica.
La mayoría de estas jóvenes gimnastas viven en Boadilla del Monte. Otras, como Adriana o Alejandra, vienen de de Las Rozas. Aquí han encontrado, como el resto de sus compañeras “una familia, pasión, apoyo de las entrenadoras...” lo que no siempre es fácil de conseguir en una disciplina que exige mucho esfuerzo y sacrificio, además de tener una buena flexibilidad, coordinación...
Carlota (16 años) empezó con seis en el colegio, como extraescolar. El futuro en la gimnasia rítmica en su caso quizá sea convertirse en unos años en entrenadora. “Una salida que permite a muchas chicas seguir en contacto con este deporte”, dice la gimnasta búlgara Ekaterina Tzankova, directora del club.
Para Claudia, lo peor es “que te lo juegas todo en un momento, las horas de entrenamiento, tirarnos de espalda y que a veces te puedes hacer daño”. Y lo mejor, además de que te lo pasas bien, “que te llevas otra familia y unas segundas madres [en referencia a sus entrenadoras]” asegura.
Muy subjetivoSi en algo coinciden todas las chicas es en la subjetividad de esta disciplina. En competición hay una valoración artística, otras del grado de dificultad y de la ejecución en cada pase. “Muchas veces haces bien tu trabajo, sales contenta del tapiz, pero no te puntúan. Y otras, en las que a lo mejor has estado peor, te dan una buena puntuación y obtienes medalla”, cuenta Adriana.
A las chicas, las entrenadoras les insisten mucho en que “las medallas se ganan en los entrenamientos y se recogen en las competiciones”.
Primeros pasosEl club del gimnasia rítmica Goldiam Boadilla llegó al municipio en 2017. Hoy cuenta con 80 niñas de entre 4 y 17 años que practican este deporte con ellos en el Polideportivo Felipe VI y en varios centros escolares de nuestra localidad.
Su responsable, la gimnasta búlgara Ekaterina Tzankova, es de las que opina que “todas las niñas valen. Tienes que ver en qué y luego trabajarlo. Unas son más fuertes en piernas, otras en espaldas... al final en la parte técnica se compensan unas cosas con otras”, subraya Ekaterina.
“Somos un club con estilo propio. Enseñamos a las gimnastas a disfrutar. Trabajamos con músicas personalizadas, adaptadas a cada niña o grupo... Luego cada una llegará donde pueda llegar. En ese camino, aprenderán muchas cosas: constancia, sacrificio, disciplina, a organizarse... algo que luego van a llevar de por vida”.
La filosofía que inspira su nombre (Goldiam, unión de las palabras oro y diamante en inglés), se traduce en que “las gimnastas son un diamante en bruto, que un técnico forma, trabaja y amolda... y al final, el diamante en bruto comienza a brillar”, resume Ekaterina.
Más información:
www.grupogoldiam.com