La Fundación Golfín lleva operando en Boadilla del Monte desde hace cinco años. Ligada a la Diócesis de Getafe y a la parroquia del Santo Cristo de la Misericordia (su presidente honorífico es el obispo de Getafe, y su nombre, Golfín, se debe al apellido del primer obispo de aquella diócesis, Francisco Pérez y Fernández Golfín), esta institución privada centra buena parte de su actividad en el llamado Proyecto Hogar de Vida.
Se trata de un piso tutelado que permite alojar simultáneamente a tres mujeres embarazadas (incluso a una de ellas con un niño pequeño), que atraviesan situaciones personales graves y que pretenden seguir adelante con la gestación en vez de abortar.
Así nos lo cuenta Laura Almela, su directora, que relata cómo comenzaron “en un piso cedido por un particular, que más tarde necesitó, pero ahora contamos con otro más moderno y confortable en el nuevo Centro de Orientación Familiar [más conocido por su siglas, COF, y que en breve se inaugurará ofi cialmente]”. “Allí las acogemos un máximo de once meses –nos explica–, aunque hay quien no apura el plazo y se marcha antes”.
El hogar ofrece todo lo que van a necesitar las futuras madres: esde cama y manutención hasta ropa, material para el futuro bebé y, sobre todo, apoyo psicológico. “Se las orienta para organizar o reorganizar su vida, según el caso, para cuando salgan de aquí”, detalla Laura.
“Al fijar un plazo máximo evitamos que las mujeres que acuden a nosotros se acomoden. Al contrario: en ese plazo se les ayuda a buscar trabajo e incluso, en no pocos casos, a reconciliarse y volver con sus familias. También ayudamos a quien no quiere abortar, pero no se siente preparada para ser madre, con la alternativa de dar en adopción a su hijo una vez nacido. No basta con decir no al aborto, hay que brindar otras posibilidades”, afirma.
De Bodilla y más allá
Solo el año pasado, la Fundación Golfín atendió a 17 mujeres que acudieron por distintas vías: a través de los Servicios Sociales del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid, la Red Madre, procedentes de hospitales... De hecho, no tienen que ser de Boadilla.
“Muchas no ingresan. En esos casos, nuestra labor consiste en apoyarlas y asesorarlas en todo lo que necesiten. Como limitación, no podemos acoger en el piso a víctimas de maltrato agudo o drogodependientes. Para ellas, la Comunidad de Madrid cuenta con servicios y dependencias específicos”, detalla Laura, que añade: “En general, son personas con problemas de familia a quien su pareja y a veces familia han rechazado cuando han conocido su embarazo. A veces también mujeres sin medios económicos –son habituales inmigrantes de diversas nacionalidades–, y en nuestro caso desde 19 hasta algo más de 30 años de edad”.
MÁS INFORMACIÓN
Se puede contactar con la Fundación Golfín en www.fundaciongolfin.org, a través de los Servicios Sociales del Ayuntamiento, de hospitales públicos y privados, o de la Red Madre, entre otros.