¿Cómo empezaste con la moto? Mi padre tenía una Lambretta (similar a la Vespa) con sidecar, con la que nos movíamos la familia. Con 13, 14 años, nos dejaba la moto a mí y a mi hermano e íbamos por los caminos con ella. ¡Imagínate: ni carné ni nada!
"Con las primeras 40.000 pesetas que gané, conseguí comprarme mi primera moto"
Ayudaba a mi padre en el taller de cerrajería y luego, a los 16, empecé a trabajar también en el Club las Encinas de Boadilla, fines de semana y meses de verano, como niño de los recados. Con las primeras 40.000 pesetas que gané, conseguí comprarme mi primera moto.
¿La conservas? No, la vendí para comprar la segunda, que esa sí que la conservo: una Bultaco Pursang de 1978.
De todas las carreras en las que participaste por toda España, ¿con cuál te quedas? Mira, he corrido en muchos pueblos de España y lo he disfrutado mucho; pero lo que más ilusión nos hacía era el Trofeo El Corte Inglés, que se hacía en plena Casa de Campo, ¡algo que hoy sería impensable! ¡Todos estábamos deseando que llegara esa carrera! Por las miles de personas viéndola, por todos los premios que se entregaban (trofeos, cheques regalo de El Corte Inglés...).
También estaba el circuito de Majadahonda (mi segundo pueblo), Pozuelo... ¡Todos los circuitos de por aquí!
¿En Boadilla no había circuito? No. Lo hacíamos nosotros en unos desniveles en donde ahora está el McDonalds, o detrás del cuartel de la Guardia Civil. ¡Donde podíamos!
Organizó varias carreras en Boadilla del Monte, entre el 81 y el 86
Yo organicé varias carreras, entre el 81 y el 86, de Pop Cross (carreras con Citroën 2CV), y un par de carreras que hice en el Polideportivo en 1985 de supercross y otra que en la zona del recinto ferial con el Ayuntamiento. Estuvieron muy bien. Yo estaba muy relacionado, me llevaba bien con todo el mundo del sector, y por eso participaban en Boadilla los mejores pilotos de España.
Ya no hay la aficción de antes al motocross... ¡Nada! Las generaciones de ahora tienen muchas más alternativas de ocio y les llama menos la atención. Y luego es una afición cara.
¿Cómo surgió tu participación en Autopía? Pues de un grupo de whastapp de aficionados y amigos en el que estoy. Una de las personas nos animó a compartir las motos que cada uno tenemos.
"Conservo 12 motos con las que he competido y que llevo en mi corazón"
Y bueno, todo el mundo tiene alguna, pero yo conservo 12 con las que he competido y que llevo en mi corazón. Las saco del garaje todos los veranos en mi fiesta de cumpleaños y son una atracción. Y así fue como uno de los organizadores, con el que he corrido también, me animó a exponer alguna de mis motos en Autopía este año. ¡Y yo encantado!
¿Sigue alguien la tradición en la familia? No. Ni mi hijo ni mi hija son moteros. Mi hija está en la tienda de motos en la que nos estamos enfocando ahora más que en el taller. Elices siempre ha sido un apellido de peso en el mundo de la moto, que es un mundo muy pequeño, y eso me ha ayudado mucho en el negocio.
¿Pensando ya en la retirada? Pues sí. Me siento joven todavía (siempre me he juntado con gente más joven que yo) con mis limitaciones, claro... pero estoy intentando dar un paso al lado y dejar a mis hijos con el negocio. La vida hay que vivirla y aprovecharla.