Esta es una de la principipales novedades que recogerá el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Boadilla del Monte. Porque, salvo pequeños matices, en lo fundamental es muy probable que sea el mismo que se aprobó hace dos años. Un documento que este año el Tribunal Superior de Justicia de Madrid declaró nulo por no haber contado con el preceptivo informe de impacto de género durante su tramitación. Es decir, porque no se había contemplado la igualdad entre hombres y mujeres en el desarrollo del documento.
Como el Tribunal Supremo ha admitido hace unos días el recurso de casación que el consistorio había presentado para esa sentencia, tal y como adelantamos hace unos días, el plan del 2015 sigue en vigor en tanto en cuanto no se resuelva este recurso. Pero mientras tanto, y por si acaso se confirma la nulidad de ese PGOU, el Ayuntamiento ha decidido preparar otro nuevo que sustituya al actual. Un documento que podría estar listo en algo más de año y medio.
Esta mañana, el Ayuntamiento de Boadilla ha dado el primer paso y ha iniciado los trámites para la aprobación de un nuevo PGOU y ha presentado hoy en un pleno extraordinario el avance de un nuevo Plan General para someterlo a información pública.
El PGOU que ahora inicia su tramitación será novedoso al incorporar no sólo los informes de impacto por razón de género y de LGTBI que exige la legislación de la Comunidad de Madrid, sino también informes de familia y accesibilidad y un nuevo informe sobre cambio climático al que todavía no obliga la legislación pero en el que Boadilla quiere ser pionera como prueba del cuidado y respeto al entorno que plantea este Plan General.
Los objetivos siguen siendo los mismos que ya marcaba el Plan de 2015 y que se pueden resumir en tres grandes bloques:
- El medio ambiente, preservando de forma especial el monte y consolidando la protección del ámbito de Camino Bajo que ya estableció el Plan General de 2015. Se evitará la construcción en dicho ámbito de más de 200 viviendas en un paraje de un altísimo valor ambiental.
- El patrimonio histórico-artístico, con el Palacio como principal referente, reforzando el cuidado de su entorno así como la mejora y remodelación del casco histórico y el cuidado del cerro de San Babilés, donde se han encontrado restos arqueológicos muy significativos provenientes de la época visigótica.
- El transporte, con especial incidencia en las mejoras en las comunicaciones con Madrid a través de la M-50, M-501 y M-513, que han sido ya objeto de diversas actuaciones; el objetivo es que sigan ampliando su capacidad para mejorar los tiempos de conexión con Madrid.
Como en el documento aprobado en 2015, el nuevo plan asumirá y refundirá en un solo documento los desarrollos de la ciudad realizados en base al Plan de 2001, ya que habría sido económicamente inviable expropiar los terrenos que se convirtieron entonces en urbanizables. El objetivo es adaptarlo a la legislación urbanística vigente, teniendo en cuenta a su vez las expectativas futuras.
Paro la novedad es que este plan en el que ya se trabaja no contempla nuevos crecimientos sino que, por el contrario, proyecta un techo poblacional entre un 6 y 10 por ciento menor que el anterior y fija como objetivo principal maximizar las protecciones medioambientales y del patrimonio histórico.
¿Por qué desciendo el techo poblacional?
El razonamiento por el que, sin variar el número de viviendas a construir, cambia el techo poblacional del municipio (población máxima estimada una vez construidas y ocupadas todas las viviendas de la localidad) es el siguiente. El avance del nuevo Plan General indica que actualmente hay construidas 17.662 viviendas y que el número de licencias de obra actualmente es de 3.493; es decir, viviendas que se están construyendo o empezando a construir. El máximo de viviendas que puede tener Boadilla es de 26.387. Por lo que, atendiendo a estos datos, solo cabrían 5.232 viviendas más.
Según el INE, Boadilla tiene 49.762 habitantes, lo que ofrece una ratio de ocupación por vivienda de 2,81 vecinos. Sobre estos datos, la proyección real de habitantes que habría agotando todo su suelo urbanizable -las 26.387 casas-, sería de 74.147 habitantes, 10.000 vecinos menos que lo que planteaba el anterior plan general, que estimaba el techo poblacional en 84.438 habitantes. Es decir, con el nuevo PGOU, y según las estadísticas oficiales, Boadilla reduciría en un 10% el techo poblacional fijado en el anterior. La razón de esta bajada tiene que ver con la ratio de ocupación media de vivienda calculado anteriormente, que era 3,2 personas. Pero la realidad habla de 2,81 habitantes por vivienda.
En el caso de hacer los cálculos sobre los 51.400 habitantes que tiene ya Boadilla (aunque aún no sea un dato oficial), la ocupación media de vecinos sería de 2,91, por lo que la estimación máxima de población ascendería a 76.791 habitantes. Si se aplica una ratio de 3 personas por vivienda, el techo poblacional sería de 79.161 habitantes, habiendo rebajado así oficialmente el techo poblacional en un 6,25%.
La natalidad a la baja, también cuenta
Para hacer la proyección real, sin embargo, hay que tener en cuenta factores como la previsible bajada del índice de natalidad, no solo en Boadilla, sino en toda España; un número de adquisiciones que se realiza como segunda vivienda o como inversión o las promociones que han agotado su edificabilidad con menos viviendas de las previstas, al construirlas de mayor tamaño (Olivar Tercera Fase, por ejemplo, tendrá 649 viviendas en vez de las 578 previstas). Estas consideraciones acercan la bajada del techo poblacional prevista a ese máximo del 10%.
En caso de que durante la tramitación del nuevo Plan la Comunidad de Madrid aprobara una nueva Ley del Suelo, la adaptación a la misma se haría sin coste alguno para el Ayuntamiento.
Boadilla, que cuenta con una de las tasas de paro más bajas de España, plantea además un Plan General que dinamice la economía y genere empleo, flexibilizando la tolerancia de usos aunque evitando incompatibilidades y conflictos con los más sensibles (ambientales, de patrimonio histórico, residenciales, educativos, etcétera).
Al igual que se hizo con el plan aprobado en 2015, el equipo de Antonio González Terol también pretende que este "sea un plan muy participativo y que los vecinos puedan expresar sus opiniones y aportar sus sugerencias". De este modo, se ampliará el plazo de información pública de los 30 días que establece la Ley del Suelo en la fase de avance, hasta los 45. El plan y sus documentos estarán a disposición de todos los vecinos en el Portal de Transparencia de la web municipal.
Y la oposición, ¿qué dice?
El Grupo Municipal Socialista considera que este plan se basa en "un modelo desarrollista de otra época, de la España del pelotazo y la corrupción que ya está superada, pero desgraciadamente para esta ciudad los Gobiernos del PP que nos mandan no están a la altura de la calidad de sus ciudadanos y de sus votantes", declara su portavoz, Isabel Mestre.
Los socialistas añaden además que "hemos perdido tres años de tiempo, donde se mantiene la inseguridad jurídica y de proyecto de la ciudad y todo por culpa de la nefasta gestión del gobierno de Gonzalez Terol, que se ha demostrado incapaz -con una mayoría absoluta y con más de 250.000 euros gastados en la redacción del Plan General [en referencia al anterior]- de hacer un documento legal que no le tumben los Tribunales de Justicia". Un plan que además, a su juicio, tampoco soluciona los problemas de Boadilla "de transporte y comunicaciones, ya que no recoge ni un trazado de Cercanías ni nuevas carreteras, que masifica su población casi doblándola y que apuesta por la vivienda libre en perjuicio de la protegida".
Ciudadanos también ha incidido en este sentido en el pleno y ha recordado que en anteriores documentos no se tuvieron en cuenta las propuestas de los partidos de la oposición. Un documento que para ellos "es una fotocopia de los anteriores que resulta insuficiente en algunos e inadecuado en otro para conseguir una ciudad moderna, cercana a sus vecinos y sostenible", afirmaba su portavoz, Ricardo Díaz. Un plan obsoleto y más propio, ha dicho, de "una ciudad dormitorio".