El próximo 24 de mayo 32.400 vecinos del municipio tendrán derecho a votar por el partido y personas que regirán los destinos del mismo durante los próximos cuatro años. A estas elecciones se presentan en Boadilla del Monte siete partidos. Salvo el actual regidor, Antonio González Terol, que acude a la reelección por el PP, y el concejal y el representante de Alternativa por Boadilla (APB), Ángel Galindo; el resto, son caras nuevas: el PSOE, UPyD e Izquierda Unida-Los Verdes-Ganemos presentan a nuevos candidatos; y Vox y Ciudadanos acuden por primera vez a los comicios.
Con todos ellos hemos charlado sobre sus propuestas, a excepción de Izquierda Unida- Los Verdes-Ganemos–, que contestaron a la invitación, pero que al parecer no encontraron hueco para reunirse con nosotros.
Nueva agenda de temas
El foco de la campaña de este año no tiene nada que ver con la anterior porque estos últimos cuatro años han dado para mucho: aunque el caso Gürtel, y en concreto la parte que afecta a Boadilla, no se ha juzgado aún, el equipo de Terol ha resuelto la mayoría de los expedientes relacionados con el caso, y ha dado salida a los asuntos que llevaban tiempo paralizados, como la Ciudad del Deporte y la Salud, el pabellón polideportivo de Viñas Viejas... Obras que hubo que recuperar y re-diseñar.
Otra vieja promesa, como es la construcción del segundo centro de salud es también hoy una realidad. Edificio que se ha aprovechado para hacer en la planta baja una segunda Casa del Mayor en la zona en la que reside la mayoría de las personas de más de 65 años del municipio: en sector B. O el carril bici, también una realidad (hecho a gusto de unos y con las pegas de otros, pero... ahí está).
El palacio
También esta ha sido la primera legislatura desde el año 1998, en el que Ayuntamiento adquirió el palacio del Infante Don Luis, en la que se ha hecho algo serio en el edificio, principalmente, y su entorno (si exceptuamos la explanada, realizada en la anterior legislatura): se han recuperado los portones laterales, restaurado la fachada, los jardines, se está trabajando en la rehabilitación de la capilla, el vestíbulo y otras estancias del edificio.
Boadilla es un municipio saneado, sin deuda comercial –paga a sus proveedores a 28 días de media– ni financiera –entre las últimas decisiones del alcalde ha estado amortizar la deuda que quedaba de 7 millones de euros con el superávit del ejercicio pasado–.
Asignaturas pendientes
Durante la campaña, se hablará una vez más de transporte –los eternos trayectos en tren ligero, las conexiones con Moncloa o con el Hospital Puerta de Hierro...–, los jóvenes – como siempre, buscando su lugar para divertirse con los amigos, discotecas lights...–, la recuperación del casco antiguo del municipio o los impuestos: en 2016 la ley permitirá a los Ayuntamientos bajar la tasa del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), a los ratios anteriores de la crisis (en Boadilla subió del 0,4% al 0,5%). Una promesa que vendrá en muchos programas.