Si puedes soñarlo, puedes hacerlo”. Es una frase histórica de Walt Disney que Daniela ha llevado hasta las últimas consecuencias: lo soñó y lo ha hecho. Tenía cinco años cuando se apuntó en el colegio Ágora a gimnasia rítmica como extraescolar. Un deporte que desde entonces forma parte de su vida.
Nos habla con la seguridad y la confianza de una gimnasta que ha luchado y superado mil batallas, que ha saboreado la victoria y la derrota y que es, a día de hoy, un referente en la rítmica española en su categoría.
Los 15 años de Daniela le han dado la oportunidad de vivir muchas experiencias. Incluso la de competir en conjunto, una etapa que recuerda con mucho cariño. Sin embargo, es en la modalidad individual en la que Daniela se siente más a gusto. “Ahí puedo sacar más jugo a mi propio estilo”, asegura.
Por este motivo decidió cambiar de club. Abandonó Boadilla, donde no tenía la posibilidad de competir en individual, y se marchó al Club de Gimnasia Rítmica de El Álamo. Daniela hace suyo el lema de su club: “Sabemos lo que somos, pero aún no sabemos lo que podemos llegar a ser”.
Ya ha participado en tres campeonatos de España. En los dos primeros quedó la decimotercera de España y la primera de Madrid. Y en el tercero, el celebrado en Alicante, quedó campeona de España.
Ahora está preparando el campeonato de España en la categoría de preferente (aros, cintas y mazas). Su entrenadora le diseña sus ejercicios y la coreografía.
La gimnasia rítmica es un deporte que une la música, los ejercicios gimnásticos y la coordinación a la hora de ejecutar movimientos. Es una disciplina que requiere a sus gimnastas muchísimas horas de entrenamiento y repeticiones.
Un deporte demandado
A pesar de ser un deporte muy exigente (las gimnastas deben saber de danza, ballet, rítmica y, además, manejar los aparatos que utilizan en sus ejercicios), es uno de los más demandados desde muy temprana edad.
Respecto a su futuro, Daniela quiere llegar a ser entrenadora. Su ilusión es ser juez internacional. Dedica más de cuatro horas diarias al entrenamiento y a veces no es fácil llegar a sacar mejores calificaciones. Su madre nos dice con gracia que “tiene más medallas que sobresalientes”. Pero el éxito de Daniela es la suma de tantos y tantos esfuerzos que hacen que su vida sea un sobresaliente continuo.