Todo su mundo es la pintura y prueba de ello es que ha convertido su casa en un estudio inmenso, desde el jardín, donde aplica sus sprays para hacer grafitis, hasta la última planta, donde guarda gran parte de su material.
"La pintura es una forma de hacer pensar sobre los problemas que tenemos”
En el salón, donde Cristóbal nos recibe para hacer la entrevista, están algunos de sus cuadros más grandes. Piezas de gran formato en las que podemos descubrir lo que más le gusta pintar: objetos desahuciados que ya han tenido una vida útil y a los que él da un nuevo significado. “Las cosas que yo pinto son humildes, cosas cotidianas abandonadas, que han vivido su vida y luego la gente desprecia”, explica.
Son cuadros muy realistas, en los que no se ven las pinceladas. De hecho, algunos parecen fotografías. Utiliza una paleta de colores grises, pero siempre añadiendo una nota de color o algo que transmita un mensaje. “Nosotros estamos para hacer reflexionar a la gente. La pintura es una forma de hacer pensar sobre los problemas que tenemos”, asegura.