Reportaje

Celia y Antonio Bejarano, dos jóvenes promesas del tenis de mesa

Antonio Bejarano, de 21 años, y su hermana Celia, de 16, se han convertido en toda una referencia en el tenis de mesa. Entre los dos suman numerosos campeonatos de España, Madrid, regionales... En este divertido deporte, juntos han llevado el nombre de Boadilla a lo más alto en España en esta disciplina.

 

A diferencia de lo que se suele pensar, el tenis de mesa es un deporte muy popular. Sólo en la Comunidad de Madrid hay 25 clubs, se disputan ocho ligas y hay más de mil licencias. Por no hablar de las numerosas competiciones que se organizan todos los fines de semana, además de los campeonatos regionales, nacionales y europeos. En Boadilla del Monte nos hemos encontrado con dos promesas de esta disciplina, olímpica desde Seúl 1988: los hermanos Celia (16 años) y Antonio (21 años) Bejarano. Dos jóvenes que han vivido durante mucho tiempo aquí, donde estudian (Celia) o han estudiado (Antonio).

Primeros pasos

Antonio comenzó a jugar al tenis de mesa a los seis años en la playa. Se enganchó y empezó ganando dos campeonatos en el instituto. En ese momento, decidió apuntarse a un club donde aprender bien a jugar y mejorar su técnica al ping-pong. “Fuimos al club de Brunete, que era el que más cerca nos quedaba y tenía buena fama”, nos cuenta. Porque en Boadilla no había nada.

Celia, al ver la pasión de su hermano con el tenis de mesa, y tras probar otras actividades que no le terminaron de entusiasmar, decidió seguir sus pasos. Tenía nueve años cuando cogió su primera raqueta. Y se apuntó también al club de Brunete.

Desde entonces, esta pareja se ha ido rifando de club en club. Y no es para menos. “Hace nueve años que empezamos. Dos años después, nos fuimos al club de las Rozas, donde Antonio gano el campeonato de España por equipos”, cuenta Celia. Tras esta victoria, Antonio fue rodando de club en club hasta llegar al de Móstoles. Y con él, también su hermana.

Es allí donde entrenan ahora casi a diario. Un equipo de nivel y entre cuyos integrantes están algunos de los nombres más influyentes de la actualidad de este deporte en España. Además de entrenar, Antonio compatibiliza su tiempo dando clases entre semana de ping-pong y otros deportes en las extraescolares del José Bergamín.

Gracias a sus entrenadores, tuvieron la oportunidad de entrenar en uno de los clubes más importantes de Europa, ubicado en Rumania. “Fue una experiencia increíble. La verdad es que éramos muy pequeños, pero allí adquirimos un nivel impresionante. Estabas en una residencia dentro del propio estadio y entrenabas casi siete horas diarias”, recuerdan.

El ya conocido Club de Tenis de Mesa del Teresa Berganza fue en sus inicios promovido por el padre de ambos y por ellos mismos. La idea era poder practicar su deporte cerca de casa y que los vecinos lo fueran conociendo. El club, fundado hace tres años, tiene ya un número considerable de alumnos. Pero en sus inicios era el propio Antonio el que se dedicaba a dar clases a padres e hijos los fines de semana en las instalaciones cedidas para ello en este colegio.

Logros

Antonio ha sido campeón de España y de Madrid varias veces por equipos, además de ganar numerosos campeonatos. En 2013 recibió en Boadilla el premio Mejor Deportista Local.

Por su parte, Celia ha conseguido el segundo puesto en el Campeonato Zonal y Regional. También en el campeonato de España regional quedó tercera por equipos. La última novedad es su clasificación en las últimas semanas para el campeonato estatal, donde seguro que vuelve con un trofeo bajo el brazo.

“En una ocasión yo me quede sin pareja para jugar el campeonato por equipos, y decidí apuntarme con mi hermana, aunque fuera más pequeña. Para sorpresa de todos, quedamos segundos de Madrid por equipos”, comenta Antonio. Y desde entonces, es habitual verles jugar juntos.

Muchas horas de pala

Los entrenamientos son casi diarios y la preparación es intensa y sacrificada. Debido a esta carga y al gran nivel de competiciones, Antonio arrastra desde hace tres años las consecuencias de una fuerte lesión. No ha habido un diagnóstico claro de lo que le sucede. Las molestias desde entonces le han limitado mucho en las competiciones. Actualmente está en Segunda Nacional, muy por debajo de su nivel original.

El joven está cada vez más centrado en su otra pasión: la enseñanza de este deporte. “Tengo pensado un proyecto para abrir un club en algún colegio de Boadilla. Me gusta mucho la enseñanza. Este además es un deporte muy familiar y beneficiosos para todos”, afirma.

En los estudios ambos tiran por el deporte. Antonio estudia Técnico Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas (TAFAD) y Celia está terminando el instituto, pero su objetivo es seguir los pasos de su hermano y estudiar INEF.

Suerte a ambos.