Ana recuerda que en su casa siempre se ha escuchado mucha música. Ella canta desde que era pequeña y aprendió a tocar la guitarra en Pulso Música. Allí conoció a varios grupos musicales con los que iba practicando todo lo que aprendía. Y por su cuenta empezó a tocar el bajo, el piano, el ukelele...
“La música me provoca una adrenalina que no me da ninguna otra cosa. En mis momentos de bajón, la música me salva. O toco la guitarra, o me pongo a componer... ¡necesito crear!”, afirma. Por eso ha montado en casa su propio estudio: para poder ensayar.
Durante el confinamiento ofrecía conciertos a sus vecinos desde su terraza. Y gracias a eso empezó a colaborar con el grupo Proyecto Zombie, con quien acaba de sacar un nuevo single, Brindemos.
También podemos escucharla con DECODE, otra banda de Boadilla del Monte que ella escucha desde niña. “Cumplí un sueño cantando con ellos. En Boadilla hay mucha música, músicos jóvenes y muy buenos.” Con ellos hará varios conciertos hasta el mes de junio.
Todo ello la ha llevado a sentirse más segura cuando se sube a un escenario. Y está deseando poder cantar sus propios temas. “Mis canciones cuentan una historia”, explica. Por eso, además de estudiar y escribir guiones, está inmersa en la composición de su primer álbum en solitario, que grabará en marzo.
“Me gusta mucho lo que hago. Tanto lo que estudio como en lo que trabajo. No me cuesta dedicarle un montón de horas. Voy encajando todo. Además, este mundo es muy exigente. No solo te metes presión tu mismo sino también el ambiente porque te la juegas en cada cosa que haces”, reconoce.
"En Boadilla hay mucha música, músicos jóvenes y muy buenos"
Lo cierto es que tiene por delante grandes proyectos. “Tengo mucha prisa por vivir. He pasado de no querer levantarme de la cama a decir quiero vivir más y cumplir todos mis sueños. Quiero hacer mis propios proyectos y que todo esté relacionado: música, escritura e interpretación”.
Cuando necesita descansar y despejar la cabeza se va al monte. “Me ayuda mucho caminar por el campo. Apago el móvil y camino, observando lo que hay a mi alrededor. Sin más. Es algo que me ayuda a conectar conmigo misma”.
El resto del tiempo lo tiene organizado para poder llegar a todo. “Es importante saber qué objetivos quieres cumplir y en cuánto tiempo. Aunque estoy aprendiendo a no fustigarme si no llego a una fecha”, dice entre risas. “Solo me permito no hacer nada en vacaciones”.