El mes pasado cerró sus puertas oficialmente –se desactivó en la jerga militar– el cuartel general de la OTAN en España, la base de Retamares, situada en Pozuelo de Alarcón y a apenas un kilómetro del límite con Boadilla. Aunque la instalación la OTAN no la devolverá hasta finales de año al Ministerio de Defensa, en la base permanece ya tan solo el contingente necesario para ir preparando su total desmantelamiento y su devolución al ministerio español. Desde 1999, este cuartel multinacional participa en misiones en Kosovo, Irak, Afganistán, Darfur y Libia. Su desactivación responde a la reestructuración iniciada por la OTAN a raíz de la implementación de su nuevo concepto estratégico, acordada en la Cumbre de Lisboa.
Una noticia la del cierre que, no por ser ya hace tiempo conocida y llevarse a cabo tal y como se había planificado, ha sido acogida con gran pesar, sobre todo entre todo el personal de diferentes nacionalidades allí destinado, y que de siempre ha mantenido una gran relación con los municipios colindantes, como Boadilla del Monte, donde la mayoría de ellos residían, sus hijos iban al colegio... En definitiva, lugares en los que eran unos vecinos más.
“Por los alrededores viven muchos cuadros de mando y soldados de este cuartel general. Todos ellos siempre han estado muy contentos con el nivel de vida que hay y la zona en general”, nos explica el teniente general al mando del cuartel, Alfredo Cardona (Ibiza, 1950). Nos comenta que la relación del cuartel, tanto con Boadilla como con Pozuelo de Alarcón “siempre ha sido muy buena”. Así, era habitual que autoridades de ambos pueblos visitaran la base o acudieran allí a celebrar eventos como el Día del Desfile Nacional.
Un emplazamiento clave
El reto de este cuartel de la OTAN en España era unir en un solo grupo a soldados de un gran número de nacionalidades para que estuvieran preparados en cualquier momento para ser desplegados allí donde se les necesitara. “Las misiones consistían principalmente en ayudar a distintos países que se acaban de incorporan a la OTAN o que tienen previsto hacerlo y necesitan cierto asesoramiento. Y eso se ha realizado desde la base de Retamares”, nos cuenta su responsable.
En esta instalación trabajaban tanto personal civil como militar. Con el cese de su actividad, en el caso de los militares no hay problemas porque son reubicados en otras bases de la OTAN alrededor del mundo. Y respecto al personal de servicios (encargados del mantenimiento de las instalaciones, limpieza…), “hemos hecho un gran esfuerzo hablando con las empresas para que todos los trabajadores sean reubicados. Y en el caso de los más mayores, tengan derecho a una prejubilación en unas condiciones muy buenas”, aclara orgulloso Cardona.
El teniente general Alfredo Cardona es un tipo afable. Originario de Ibiza, este militar licenciado en Derecho ostenta un cargo del que no hay muchos en España –es el máximo de la carrera militar – , solo por debajo del general del Ejército (los jefes del Estado Mayor).
Su vida, como la mayoría de los militares, es una aventura continua. El mismo describe sus años en el ejército con emoción y alegría. Es un hombre de batalla, que ha estado en los conflictos y las misiones humanitarias más importantes de los últimos tiempos: Bosnia, Kosovo, Irak… Y aunque ahora pasará a la reserva, es probable que sea llamado a realizar otras funciones que aprovechen su experiencia, aunque de momento piensa más en disfrutar del tiempo libre entre su Ibiza natal y Valencia.
Le preguntamos por el tema de la conciencia e imagen del Ejército en España, relacionado casi siempre con la guerra olvidándose en muchos casos de la acción social que realiza. “Hay que romper con ese tabú de militar igual a guerra. El ideal sería que hubiera un objetivo político común porque la defensa nacional es algo que afecta a todo, no solo al Ministerio de Defensa. También a Educación y todo lo relacionado con la comunicación social. Para ello hace falta un impulso desde arriba, pero a la vez desde abajo, desde las escuelas…”nos explica. Algo necesario si se quiere adecuar esa imagen que la sociedad tiene del Ejército a la realidad.
¿Cuál es el futuro del cuartel?
Tras el cierre definitivo del cuartel de la OTAN de Retamares, una vez que las instalaciones sean devueltas a Defensa, no hay aún una respuesta clara acerca de lo que se va a hacer ahí. En palabras del teniente general Alfredo Cardona, “una posibilidad es que algún elemento del Estado Mayor de la Defensa viniera aquí. Y la otra es el plan Nogal de logística, cuyo objetivo es reunir en una sola base los 12 centros de mantenimiento y abastecimiento que tiene el ejército en todo el territorio nacional”. Y, por último, cabe la posibilidad de que Defensa subaste los terrenos. Pero de momento, habrá que esperar hasta conocer su destino final porque aún no hay nada decidido.