Lleva corriendo desde que tenía ocho años y no para porque ambiciona hacerse atleta profesional. A sus 20 años, Álvaro Garrido (Madrid, 1992) ha hecho de la actividad deportiva su forma de vida. La carrera profesional de un corredor empieza a muy temprana edad, y salvo excepciones como la de Chema Martínez, que sigue batiéndose con más de 40 años, no suele ir más allá de los 35. En ese intervalo, el sacrificio es elevado y constante, y la recompensa incierta, sobre todo económica, ajena a las cifras siderales del fútbol de élite.
Precisamente, cuando era pequeño jugaba al balompié, pero un día, a raíz de una carrera que ganó en unas vacaciones en Formentera, su padre, Vicente, advirtió que el chaval era rápido y que tenía madera de corredor. Un entrenador confirmó el presagio, y Álvaro terminó decantándose por esta dura disciplina.
Desde sus orígenes deportivos, que siempre ha vivido en Boadilla, sigue las indicaciones del preparador Jesús Castelló y, salvo los viernes, se ejercita a diario entre la Casa de Campo y Rivas Vaciamadrid. Estudiante de TAFAD (Técnico Superior en Actividades Físicas y Animación), está conceptuado como un atleta de especial proyección en fondo, ruta y cross, y milita en el Interval –antes lo hizo en la Agrupación Deportiva Marathon–. Además, compite en pista –“sobre todos diez miles y cinco miles”, aclara– y en la temporada de cross, especialidad de la que fue Campeón de España con la Selección de Madrid en la temporada 2009/10.
Entre sus marcas atesora 1:16 en la media maratón, y este año se ha fijado bajar de 1:10, con los mejores registros en la categoría promesa –recién incorporado– en el entorno de 1:08. “Por edad, acaba de entrar a formar parte de un estrato donde competirá los próximos tres años, y que decidirá si se consagra como corredor profesional o como un buen corredor popular”, aclara Vicente, que comenta la dificultad del acceso a becas, “aunque el
presupuesto por temporada para un chico de estos, entre nutricionista, fisioterapeuta, viajes y otros, no baja de 5.000 euros”. Al menos este año la firma Zoot Sports ha llamado a su puerta y le facilitará material de trabajo.
¿Dónde sufres más, en pista o en una cross? Depende: en la pista sufres mentalmente, son muchas vueltas seguidas, tienes que estar muy concentrado. En una cross la mente se castiga menos por la variedad del recorrido, ves más cosas… pero físicamente es más exigente, aunque siempre pisas algo de hierba y otros tramos blandos.
¿Corres alguna vez en Boadilla? Sí, incluso por el monte, muy bueno por la cantidad de subidas y bajadas que tiene. Es un lujo tener aquí mismo tanto bosque. Hago algo de asfalto al salir de casa, pero no es muy recomendable.
¿Te gusta vivir aquí? Para la rutina cotidiana, sí, aunque en verano se queda un poco vacío y echas de menos la gente y la actividad de una ciudad. Además, mis amigos son antiguos compañeros del instituto (estudió la ESO en el Máximo Trueba).
Además de correr, ¿qué otras aficiones tienes? Sobre todo deportivas, muchas asociadas al TAFAD que estudio: fútbol, padel, hockey. También sigo al Atlético de Madrid. Cuando puedo, voy a verlo al campo.