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Jorge Santiuste, coches que viven dos veces

Apasionado por el mundo del motor y la restauración de coches, Jorge Santiuste es conocido en redes sociales gracias a su cuenta de Instagram Porn Cars, en la que explica el gran reto que supone reparar un vehículo antiguo. Un joven ingeniero de Boadilla que nos recuerda que con pasión y esfuerzo se consiguen las cosas.

 

Jorge Santiuste (23) terminó el año pasado lngeniería industrial y desde hace algunos años se dedica a restaurar coches antiguos y abandonados. Una afición que ha sacado adelante con mucha dedicación y con la ayuda de sus amigos. A través de su cuenta de Instagram Porn Cars (@pxrn_cars), con casi 52.000 mil seguidores, se hicieron virales sus vídeos explicando cómo es el proceso de restauración de un coche.

Su amor por el mundo del motor le viene de familia por parte de padre, Juan Santiuste, pintor e ilustrador (le entrevistamos en esta misma sección en noviembre). Con él participó en la última edición de Autopía, la gran exposición de automóviles clásicos y de lujo en El Bosque Santander, en abril de 2024.

 

¿Cuándo te empezaron a gustar los coches? A mis abuelos paternos les gustaba mucho el mundo del motor. Mi bisabuelo compitió con motos; y mi abuela, en rallies. También tengo recuerdos de la infancia de bajar al garaje de mi casa y encontrar a mi padre desmontando un motor o arreglando un coche. Y luego yo, cuando crecí, me obsesioné con la Fórmula 1 y me convertí en un auténtico fan de Fernando Alonso. Todo eso fue sumando.

Y te llevó a estudiar una ingeniería…

Sí, tenía clara mi opción y me decidí por Ingeniería industrial, especializándome en automoción. Me matriculé en la Universidad Francisco de Vitoria que tiene un acuerdo de colaboración con Motor & Sport Institute (MSI), uno de los centros de alta tecnología más avanzados de Europa.

¿Tu objetivo profesional?

Gracias a la universidad donde estudié pude participar el año pasado en un fin de semana de carreras en El Jarama. Y ahí tuve claro que me quería dedicar a la competición. ¡Ojalá fuera con Ferrari! Es un mundo muy complicado pero aquí estoy dispuesto a trabajar duro para conseguirlo.

En 2024 estuve colaborando con BMW España Motor Sport. Y de cara a la temporada que viene espero poder incorporarme como ingeniero profesional a algún equipo.

Pero sin olvidar mi gran pasión por restaurar coches, ¡claro!

 

Pues cuéntanos, ¿cómo nació Porn Cars? Empecé a documentar la reparación del primer vehículo que tuve para tener siempre ese recuerdo. Pero después decidí subirlo a redes sociales para ir contando el proyecto a gente que me conocía. ¡Lo que no me imaginé es el éxito que iba a tener! 

El nombre surgió de una especia de tormenta de ideas entre amigos. Uno de ellos dijo lo de Porn Cars, y nos hizo muchísima gracia. Pero después de la tontería, empezamos a pensar que era bueno, que no se iba a olvidar, y así se quedo. El logotipo se lo debo a mi novia, que es maravillosa, y me lo diseñó por mi cumpleaños.

"No hace falta tirar todo en cuanto se estropea. Reparar y volver a utilizar algo que ya existe es una de las mejores maneras de reciclar"

¿Cúal fue ese primer coche? Pues un BMW E21 315 del año 82. Unos amigos y yo lo descubrimos en Pozuelo, medio abandonado. Contactamos con el dueño con la gran suerte de que nos lo vendió por un euro. ¡Estaba muy contento con nuestra iniciativa!

¿Fue un proyecto difícil?Sí, y económicamente muy exigente. Íbamos sacando el dinero de trabajos que hacíamos aquí y allá. Y a veces había que elegir entre salir o sacar adelante el proyecto [ríe], pero lo teníamos claro.

Tras varios meses de trabajo muy duro, pudimos, por fin, llevarlo a pasar la ITV, que era nuestro objetivo. Queríamos darle una segunda vida a algo que estaba destinado al desguace.

¿Eso forma parte de la filosofía del proyecto? ¡Sin duda! No hace falta tirar todo en cuanto se estropea. Eso no es ecológico. Reparar y volver a utilizar algo que ya existe es una de las mejores maneras de reciclar.

¿Y después han venido más? Sí. La familia de una amiga tenía un coche en desuso desde hacía muchos años, y me lo vendieron también por un euro. Además, me vino muy bien porque me basé en él para preparar mi proyecto fin de carrera. Es un Chrysler 150s del año 79. También tengo un Jensen Healey del año 75, gracias a mis suegros, en proceso de restauración. ¡Y espero que sigan llegando más!

¿Cuál ha sido el apoyo de tu familia en tus proyectos? Incondicional! Les estoy muy agradecido. Siempre han confiado en mí, especialmente mi abuela, Lola, que ha apoyado todos mis sueños y me ha dado el soporte económico que necesitaba para poder estudiar la carrera donde quería, aunque a ella le costara un esfuerzo. Siempre me ha dicho que la mejor herencia que me podía dejar era una buena educación para que luego me pudiera valer por mí mismo. Y así lo ha hecho.

 

Más informaciónInstagram: @pxrn_cars