Vino a vivir a Boadilla del Monte con su familia hace doce años, desde la vecina localidad de Brunete, y lleva casi toda su vida escribiendo por afición. Tanto es así que, hace algún tiempo, Esther Chinarro (Madrid, 1972) se animó a escribir su primera novela. De casta le viene al galgo cabría decir: es licenciada en Ciencias de la Información, y, como cuenta a Sólo Boadilla, “profesionalmente he desarrollado buena parte de mi carrera en Radio Intercontinental, colaborando con diversas publicaciones, trabajando en departamentos de comunicación interna y corporativa de distintas empresas…” Vaya, que lo suyo con la escritura, de una u otra forma, es un idilio que viene de lejos.
En realidad ya escribía cuentos de pequeña “y de joven, cartas kilométricas a una amiga de verano en una época en la que no había móviles ni correos electrónicos. Fui tonta porque no conservo nada de todo ello. Y es una pena, porque algunos de aquellos textos eran francamente bonitos”.
“En 2009 –prosigue– perdí mi trabajo y me vi con más tiempo libre de lo deseable. No me salía nada y tenía en mente una historia muy clara para desarrollar una novela. Y con mis hijos algo más mayores, también más independencia para ponerme a ella. Así que ese año comencé una tarea que, por cierto, me ha costado acabar”.
Se trata de Lección Mortal, un intrigante thriller policiaco dirigido al público adulto. “He tardado cuatro años en hacerla porque el formato ha ido cambiando mientras intercalaba trabajos que fueron saliendo, entre ellos un blog literario”.
La obra relata una secuencia de asesinatos entrelazada con la lucha interna de cada uno de sus personajes. Hay amor, hay suspense y engaño… El texto, que mantiene la tensión hasta la última página, ha participado en varios concursos y ha sido autoeditado en Amazon. “Investigando descubrí que esta fórmula era muy sencilla”. La obra ha recibido numerosos elogios de los seguidores de la plataforma digital. “Su valoración me ha sorprendido: está situada entre los diez primeros títulos del género policiaco”.
Esther, que colabora con la ONG Fundación Melior para niños que no pueden comprar libros, aprovecha cualquier momento para anotar unas líneas (“en ocasiones utilizo hasta el móvil para plasmar una idea que me surge y no quiero olvidar”). Tiene su propia página web (estherchinarro.weebly.com), en la que viene avanzando algunos capítulos de su nuevo trabajo, Nombres de Mujer. “Se trata de una colección de relatos con sugerentes nombres femeninos que dan pie a historias de sentimiento positivo”. Su propósito es culminarla este año.