Este joven boadillense y gran promesa de este deporte entrena duramente en una parcela que ha acomodado con sus compañeros aquí en Boadilla, en la que se le puede ver realizar impresionantes acrobacias. Hasta allí nos acercamos para que nos cuente un poco más sobre él, y sobre este deporte que es su vida.
¿Cuándo empezaste con esto de la BMX?
Empecé a los once años. Mi hermano mayor se compró una bicicleta y como estábamos siempre juntos, acabábamos haciendo lo mismo. Empezamos a montar un grupo de amigos con la intención de pasarlo bien y poco a poco eso es lo que me ha llevado a lo que hago.
¿Cómo te fuiste metiendo en el mundo de las competiciones?
Es un deporte un poco peculiar porque cuando hay un campeonato todo el mundo se apunta, desde el mejor hasta al peor. Si ves un campeonato, te tienes que apuntar. Empezamos por los campeonatos de España, luego Portugal, alguno en Francia y poco a poco conseguí un sponsor para poderme pagar los viajes a otros países.
¿Buscabas dedicarte a esto?
La verdad que no. De hecho, la primera marca que se ofreció a esponsorizarme dude si aceptarlo o no porque no quería que algo que me gustaba tanto se convirtiera en una obligación. Pero al final nunca le he llamado trabajo y disfruto mucho cada día haciéndolo.
¿Cuáles han sido las competiciones más importantes en las que has participado?
La más importante es el Campeonato del Mundo, pero también en otras pruebas igual de importantes en este deporte como el Simple sessión en Estonia o el Rebeljam. Yo tampoco me considero una persona muy de campeonatos. Me dedico más a grabar videos y fotos, un trabajo más enfocado a las revistas, porque en las competiciones puedes hacer trucos muy impresionantes, pero a nivel visual no es muy bonito o muy particular. Voy a las competiciones porque es una forma de viajar, pero siempre voy con pretensiones de pasármelo bien.
¿Cómo te sientes cuando estas subido en la bicicleta?
Es algo raro. Como una sensación de adrenalina y emoción mezclada con el miedo. Te sientes libre, pero hasta cierto punto. Una sensación rara, pero que te llena.