El exfutbolista Fede Bahón vive en Boadilla del Monte desde el año 2000. Nació en Santander (Cantabria) hace 37 años y desde muy joven le ha gustado el fútbol, deporte del que ha hecho su modo de vida. Tras una larga carrera en distintos clubes, actualmente entrena a los alevines –la cantera, chavales entre diez y doce años– del club de sus sueños: el Atlético de Madrid.
Comenzó a darle al balón en su pueblo, Colindres, en el CD Colindres. De ahí saltó al Laredo hasta que, con apenas 16 años, le llamaron para ir al juvenil sub-19 del Atlético de Madrid, “después de que un ojeador me viera jugando con el combinado cántabro en el campeonato de España de Selecciones Territoriales en Oviedo”. Estuvo un año cedido en el Aranjuez, un año en el Real Madrid –“con el filial en 2ªB, tenía 19 años”–, y vuelta al filial del Atlético de Madrid, “donde entrenaba con el primer equipo”, nos cuenta.
Su carrera durante todos estos años se ha terminado de labrar en clubes como el Leganés, el Pontevedra, el Real Oviedo, el Fuenlabrada o el Socuéllamos, en el que con 36 años se retiró. Una larga trayectoria en la que no han faltado momentos para soñar con llegar a lo más alto, como cuando pasó unas semifinales de la Copa de la UEFA en el banquillo. O la convocatoria para jugar un Barça-Atlético, y que una tarjeta roja directa en un partido el fin de semana anterior arruinó.
De vuelta a su club... esta vez como entrenador de los más pequeños. Cuando me comunicaron que iba a forma parte del cuerpo de entrenadores del Atlético de Madrid, para mí fue como si me hubiera tocado la lotería. Yo soy del Atlético y esto es como una pequeña familia.
¿Es difícil trabajar con niños? Son peores y más difíciles los padres... (dice medio en bromas medio en serio). Los niños son chavales privilegiados por estar donde están. Aparte de la formación que reciben, juegan con las canteras de los equipos más importantes. Pero solo unos pocos llegarán a lo más alto. Además de entrenador, eres padre, psicólogo, educador. Animas al que no juega, nos preocupamos de cómo van en el colegio y las notas que sacan... Es parte de nuestro trabajo. Pero al final, tú eres el entrenador y tu objetivo es ganar la liga, ganar los torneos, que la mayor parte de los chavales suba al Infantil B (el club nos exige valoraciones periódicas de los jugadores y su posible progresión futura)... y que el próximo año cuenten contigo.
¿Se les exige mucho a los chicos? Sí. Entrenamos tres días a la semana, el sábado jugamos partidos... Así, desde fi nales de agosto hasta prácticamente el 30 de junio. Son privilegiados, pero es verdad que también se les exige para poder estar aquí.
¿Por qué eligió Boadilla para vivir? Me lo recomendaron algunos compañeros del fútbol. Entonces era una zona muy tranquila –cuando se instaló, apenas había casas en el sector B, donde vive– y no me imaginaba que se iba a poner así. Pero es un lugar en el que se vive bien, que está bien comunicado, con muchas zonas verdes...
¿Algún pero? Que no veo cosas interesantes para los niños de 14-15 años. No tienen cosas que hacer, sitios a los que ir a tomar algo con los amigos, se aburren en las urbanizaciones.... Tengo una hija de ocho y me preocupa que alternativas de ocio y diversión va a tener cuando llegue a esa edad, porque ahora no veo muchas.