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Adriana García: "Los sueños se cumplen si trabajas con ellos"

La suya es una historia en dos partes: hace 20 años comenzó a escribir una novela que, cosas de la vida, dejó aparcada y que mucho tiempo después retomó por casualidad. Se trataba de la exitosa trilogíade 'El secreto de Rubindul'. Y es que nuestra protagonista se debate entre su profesión, como médico de familia y pediatra, y su otra pasión, la escritura, que encara con la seriedad del avezado literato.

 

Puede que títulos como la trilogía El secreto de Rubindul o Jara no resuenen en el oído de los lectores de más edad, pero a fe que lo hacen, y mucho, en el de niños y adolescentes. “Su temática de fantasía gusta a los jóvenes de 12 a 16 años”, explica su autora, Adriana García (Siruela, Badajoz, 1961), médico de familia, pediatra y, a la postre, escritora de éxito.

Vive en Boadilla del Monte desde 1997, donde ejerce como facultativa en un centro privado del municipio. Y, algo más que a ratos, se dedica a aquello de la escritura. “Tengo un hijo al que, en segundo de ESO, encargaron un texto de fantasía. No se le ocurría nada, pero yo recordé un trabajo, también escolar, que redacté con 17 años y con el que saqué sobresaliente. Además de ofrecérselo, me hizo recordar la historia, que titulé ‘El secreto de Rubindul’, y las sensaciones de aquel entonces. Busqué en mi casa del pueblo y allí estaba, esperándome dos décadas después”, relata.

“Se trata de una trilogía elaborada, claro, en dos etapas –prosigue la autora, que ha firmado con éxito en la pasada edición de la Feria del Libro-. La presenté a Ediciones Idampa y les encantó, hasta el punto de publicarla. Después la acercaron a profesores de instituto, y gustó, tanto como para ofrecérsela a los chicos. En origen eran 20 folios escritos a ratos, a lo largo de un mes. Ya como historia amplia tardé tres meses en completarla. Eso sí, como escribí el tercer libro pasados 20 años tuve que rehacerlo todo para adaptarlo a un lenguaje de adulto”. 

¿En qué consiste? La trama se centra en la eterna disputa entre el bien y el mal. Una historia de fantasía con mucho de realidad que protagoniza una suerte de druida, Rubindul. Recoge luchas de intereses en una ambientación que a algunos sitúan en ‘El señor de los anillos’, aunque yo la escribí sin haber leído la trilogía de R.R. Tolkien.

Es una novela de éxito. ¿Qué le dicen sus seguidores? Me llega mucho de los chicos, incluso de algunos que, como pacientes, acuden a la consulta. Hay padres que me agradecen el interés por la lectura que mis textos despiertan en sus hijos. También escucho a unos y otros en presentaciones. Es habitual que coincidan en que la novela les engancha desde la primera página, porque la ven casi real. 

¿Y ‘Jara’? Un buen comienzo para que los chicos se introduzcan en la novela larga. Sigue una misma temática de fantasía –haberme criado en un pueblo me inspira en esa dirección-, pero con un lenguaje más sencillo, adaptado a niños de 5º y 6º de Primaria.

Jara, la protagonista, es elegida de pequeña como paladín del bien y criada de una forma determinada, por si fuese necesaria algún día... Tiene poderes y sostiene una peculiar relación con un duende entrañable. Mis lectores la encuentran tan divertida que ya me han pedido una segunda parte.

¿Cómo escribe? De una forma peculiar: cuando concibo la idea, voy rápida. Todo fluye a gran velocidad porque me sumerjo en ese mundo, en la trama. Lo cuento como si estuviera viendo una película. Y no paro; me quito muchas horas de sueño. De hecho, acabé ‘Jara’ en un mes. Y eso que me decían que estaba loca, meterme en semejante berenjenal teniendo una clínica de especialidades consolidada. 

¿Su obra es extrapolable al cine? Podría serlo. He trabajo duro en ella, me lo he “currado”, pero es casi un regalo de la vida.

¿Y qué tiene en cartera? Trabajo en una nueva trilogía dirigida a un público de mayor edad y en un cuentito de un hada que saldrá en octubre. A esto se suman dos proyectos más pensados para después de la nueva trilogía. Muchas de mis ideas surgen de personajes que aparecen en las historias que escribo.

¿Podría vivir sólo de la escritura? Creo que, a partir de una trayectoria consolidada, sí. De momento lo hago de la medicina, una de mis pasiones. La otra, sin duda, es la escritura, que me tomo tan o más en serio.

Yo empecé como amateur, pero los resultados y la buena acogida, la expectación que genero en la gente joven, que pide nuevas entregas en las librerías, me ha hecho verlo de forma profesional en serio. Por otra parte, me gusta el contacto con los chicos: es la mejor recompensa a tanto tiempo de trabajo y esfuerzo. En realidad, soy apasionada de lo que hago.

¿Es difícil escribir? A escribir se aprende escribiendo. Y leyendo: soy lectora empedernida desde los seis años, cuando devoraba todo lo que caía en mis manos. Sobre todo es difícil que te lo publiquen, que a fin de cuentas no deja de ser un reconocimiento a tu obra acompañado de una distribución profesional. Pero el éxito se consigue con trabajo y constancia. Yo llamé a muchas puertas y a editoriales hasta que me escucharon. Pero es que soy emprendedora: no se si nací así o si me he hecho, pero mis libros, para niños de 9 a 99 años, ya están presentes en los institutos de Boadilla, de mi tierra y de multitud de provincias.

Cuando me marco un reto no abandono hasta lograrlo, y cuando te conocen, apuestan por ti. También es esencial aprender de los errores, pero los sueños se cumplen si trabajas con ellos: hay que hacer lo imposible por conseguirlos.