Este personaje originario del reino de Bitinia (al sur del Mar Negro) nació y murió en el primer tercio del siglo II DC. Su extraordinaria belleza y porte supuso que cuando Adriano –nombrado como “el emperador viajero”– lo conoció en uno de sus viajes, se hiciesen inseparables hasta el fallecimiento del joven.
Se conocen pocos datos fidedignos de esta relación, pero parece que el vínculo del emperador con su esposa no era muy bueno, a lo cual debemos sumar que Adriano, admirador de la cultura griega, debió buscar en Antínoo la práctica de la pederastia, entendida como en la Grecia arcaica, es decir una relación con un adolescente (erómeno) a quien educar y formar, que, en muchas ocasiones, tenía también un trasfondo erótico y sexual.
Antínoo nació y murió en el primer tercio del siglo II DC. Tras su muerte, el emperador Adriano le convirtió en uno de los dioses del panteón romano a quien se rendía culto
Las circunstancias de la muerte de Antínoo con menos de veinte años no están muy claras, pero al parecer falleció ahogado en el Nilo, dramática situación que debió dejar impresionado al césar. Desde ese momento y por decisión imperial, Antínoo fue convertido en uno de los dioses del panteón romano a quien se rendía culto, especialmente en las provincias orientales del imperio de fuerte tradición griega.
En su deificación había una clara identificación con Osiris, uno de los dioses egipcios, que igualmente había fallecido ahogado en el Nilo, de ahí que, en algunas de las representaciones, como la que nos ocupa, aparezca este joven con la indumentaria y postura característica de arte egipcio.
No contento con este reconocimiento, Adriano fundó el mismo año del fallecimiento de su protegido y sobre un pequeño poblado del alto Egipto una nueva ciudad con el nombre de Antinoopolis, que llegó a ser la capital de uno de los nomos o provincias en que se dividía Egipto. Esta ciudad adquirió cierta relevancia y se abandonó en el siglo X, siendo sus últimos restos destruidos en el siglo XIX.
En muchas ciudades del imperio romano se construyeron templos en honor de Antínoo e incluso se organizaron competiciones musicales y deportivas en su nombre, todo lo cual refleja la gran notoriedad que alcanzó este personaje especialmente hasta el fallecimiento de Adriano en el año 138 DC.