Beatriz Martínez, portavoz del grupo mixto en el Ayuntamiento de Boadilla va a proponer en el próximoPleno, el 30 de noviembre, que se instalen contenedores de color marrón específicos para los residuos de materia orgánica en los mercados y grandes comercios de nuestra localidad.
Los residuos orgánicos son los restos de verdura y fruta, de carne y pescado, comida cocinada, pan y alimentos caducados, posos de café e infusiones, cáscara de huevo y de frutos secos; pero también papel de cocina sucio o restos de jardinería.
La concejal explica que esta recogida selectiva se está implantando en algunos municipios de manera progresiva, a través de programas piloto. Se instalan contenedores específicos para restos orgánicos, conocido como el quinto contenedor normalmente de color marrón, en zonas en las que se sitúan grandes generadores de estos residuos como mercados o restaurantes, extendiendo su uso a los vecinos de los alrededores para que quienes lo deseen puedan depositar estos residuos en los mencionados contenedores. Como la Comunidad Foral de Navarra o los ayuntamientos de Madrid, Valencia, Alicante y Pozuelo.
Beneficios
Este tipo de residuos suponen la masa principal de los que se generan en los municipios, alrededor del 35-45%, afirma Martínez. Sin embargo, considera que en la mayor parte de los municipio, entre ellos Boadilla,no se separa, recoge y trata de la manera más adecuada, y forma parte de residuos mezclados que posteriormente deben ser separados de manera mecánica en las instalaciones destinadas a estas labores.
Las ventajas de separar este tipo de residuos sería el aumento de la sustitución de los fertilizantes químicos, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y limitando el déficit de materia orgánica en los suelos, que mejoran de esta forma su estructura y aumentan su retención de agua.
Más ideas
Junto a la instalación del contenedor marrón en mercados y grandes comercios, la concejal va a proponer una campaña entre comerciantes y hosteleros de Boadilla para esta recogida separada de los restos orgánicos; y entre los vecinos y vecinas de las zonas adyacentes; realizar un tratamiento específico para su transformación en compost (el producto que sustituye a los fertilizantes químicos a partir de restos orgánicos), cuyo destino podría ser los futuros huertos urbanos de nuestra localidad, huertos ecológicos comunitarios o los parques y jardines. Y comenzar los estudios necesarios para la instalación a principios de 2019, en la zona de nuestro municipio que se considere más adecuada, del quinto contenedor o contenedor marrón, como experiencia piloto.