El colegio suma dos edificios nuevos y estrena unas amplias zonas deportivas: campo de fútbol 7 hierba, 2 pistas de pádel, pistas de fútbol sala y baloncesto. “Completan el equipamiento que ya teníamos con la piscina cubierta y el polideportivo”, resalta su director, Francisco Loro.
También han abierto “junto al campo de fútbol, una cafetería con un diseño pionero que combina varios espacios diferenciados: zonas de mesas altas y mesas bajas para compartir entre compañeros y un ambiente de relax con sillones para que los estudiantes puedan recargar pilas. Ambientado con gran iluminación y con colores y texturas juveniles”.
Todo ello queda a disposición de las familias y alumnos. “Desde nuestro colegio trabajamos con el lema de ser una pequeña gran familia, y poco a poco, iremos desarrollando algo así como un club social donde los espacios puedan ser usados y compartidos por nuestras familias desde un punto de vista interdisciplinar (deportivo, social, de salud, etc)”.
El colegio cuenta actualmente con 750 alumnos desde los 4 meses hasta la universidad. Un proyecto que, tal y como cuenta su director, “intentamos estar en el día a día de los cambios constantes y rápidos que viven nuestras generaciones actuales de escolares. Tratamos de prepararles para la incertidumbre y desarrollar competencias que resuelvan situaciones nuevas e inciertas. Se trata de educar personas, no solo profesionales, por lo que se hace necesario formar el carácter de nuestros estudiantes desde una perspectiva integral para que afronten los problemas y sus soluciones desde la virtud”.