Son las 11 de la mañana de un sábado prenavideño cuando el Mercado del Palacio de Boadilla se empieza a desperezar. Allí, frente a las puertas de nuestro palacio, hemos quedado con Margarita García, una boadillana de 48 años a quien la vida le ha dado la oportunidad de reinventarse con lo que más le gusta, cocinar.
Tras un breve paseo por los alrededores de nuestro palacio y sus jardines, nos sentamos en una cafetería para descubrir más sobre Margarita y su última creación La dieta ¡que sea mediterránea!, un libro con el que siempre ha soñado y que reúne algunas de sus mejores y más queridas recetas.
Durante 25 años se dedicó a la producción en el mundo del teatro y la televisión. De la mano de dos grandes de la interpretación y la producción como son Concha Velasco y Paco Marsó aprendió todo lo que sabe de ese mundo.
Tras más de una década dedicada en cuerpo y alma al teatro, decidió romper esa intensidad y dar el salto a la televisión. En Telemadrid encontraría su nuevo rumbo. Rocko Alicates y Cybercelia fueron los protagonistas de su primera producción en la cadena, el Cyberclub; un programa con el que los jóvenes madrileños desayunaban de lunes a domingo.
En la cadena autonómica trabajaría con reconocidos profesionales del mundo de la comunicación como Nieves Herrero y Silvia Salgado, produciendo programas como Sucedió en Madrid o Madrid Directo.
Y llegó la crisis
La crisis económica complicaría su vida laboral, como la de tantos otros españoles.Las dificultades del sector y la reestructuración de la cadena pública harían que Margarita se viera en su casa, mano sobre mano sin saber qué hacer en su vida.
Ante este horizonte, fue su marido el que la animó a emprender su nuevo camino haciendo algo con lo que ella era feliz. “Siempre que cocina está contenta, combina sabores y se divierte. Cuando va a los restaurantes siempre anota en servilletas posibles recetas”, nos cuenta. Y fue así cómo se decidió a montar un blog de cocina, primero de forma altruista en la web de Telemadrid, para posteriormente crear el suyo propio: Gastroamantes.
Las redes sociales se encargaron del resto. Gracias a Twitter encontró la oferta de trabajo que la dio la oportunidad de trabajar para una importante multinacional que lleva la expansión de una marca de aceite de oliva. Querían introducir algo tan español como nuestro aceite de oliva en diez países, y para ello tuvo que crear recetas tradicionales de países como China, Japón, Australia o Brasil e introducir en ellas el aceite de oliva como ingrediente. Así aprendió nuevas culturas gastronómicas y una forma de fusionarlas con la cocina española.
Preparar y diseñar recetas es lo que ha cambiado la vida a Margarita, pero sigue recordando la primera: esas lentejas estofadas con su verdura bien picadita y rehogada, que cocinó un fin de semana que sus padres tenían que trabajar en la frutería que regentaban.
Su centro de operaciones es su cocinaland, donde todo está muy colocado y dispone de todo tipo de utensilios y libros de cocinas. Y es allí donde nuevamente su marido lo vio claro y le predijo que algún día escribiría y firmaría libros.
Gracias a David Botello y Lorenzo Gallardo, conoció a su editora. En la primera reunión tuvieron claro que el libro sería una realidad. La dieta mediterránea, con sus verduras, hortalizas, cereales y frutas serían los protagonistas. Más de 70 recetas con las que encontrarás un festival de sabores y colores en el plato. Aperitivos, entrantes y platos principales con su origen en el agua, el campo o la tierra, sazonan las páginas de un libro que, al igual que sus platos, entran primero por la vista.
Fusión de recetas de Francia, Italia o Grecia con la cocina española, que puedes cocinar de forma rápida y que permiten dejar preparados con tiempo para comer sano cada día sin tener que pisar casi la cocina. O para disfrutar con tus familiares y amigos del aperitivo. Ingredientes sencillos para los que no deberás salir de Boadilla y sus comercios para encontrarlos.
Y para rematar, las cremas, bizcochos y tartaletas de sus postres y caprichos que harán las delicias de los comensales más golosos.
Entre recuerdos, vivencias y recetas llegamos casi a la hora de la comida, pero no podemos despedirnos sin que nos adelante un poco su futuro: ¿Habrá segundo libro? La respuesta es tan rápida como clara: “Por supuesto”.