El estado de alarma les ha afectado mucho. “Ha sido muy duro, como para toda la población, nuestra actividad se ha suspendido por completo, pero las pérdidas económicas quedan en un segundo plano dada la situación”.
Ahora se sienten agradecidos por poder abrir de nuevo el negocio. ”Una vez más, nuestros clientes nos han demostrado su fidelidad y aprovechamos para darles las gracias por esperarnos hasta que hemos podido abrir.
Sus perspectivas de futuro vienen con aires de cambio. “En principio continuamos con la liquidación de stock por jubilación y de cara al otoño nuestra hija Joana continuará con el negocio con una imagen renovada”.