A finales de mayo se llevó a cabo uno de los eventos más prestigiosos del patinaje artístico a nivel mundial, las Artistic International Series, donde más de 500 patinadores de 30 nacionalidades diferentes se dieron cita.
Había mucha expectación por ver programas nuevos y cambios de categoría, pero uno de los mayores atractivos era el regreso del campeón juvenil de España, Guillermo Gómez Correas, quien volvía tras una grave lesión que lo mantuvo alejado de la competición y de gran parte de los entrenamientos durante casi nueve meses.
Guillermo no defraudó y, como siempre, brilló en la pista. Presentó sus dos nuevos programas, Swimg y Peace, con los que ofreció un auténtico recital de patinaje. Ejecutó ambas coreografías de manera magistral, con saltos triples en combinación con piruetas únicas, complementadas por vestuarios impresionantes que elevaron aún más su actuación. Superó los 101 puntos en el short program y alcanzó los 168 en el free program, sumando casi 270 puntos en la categoría junior, lo que lo posicionó como el mejor patinador de todas las categorías con una amplia diferencia.
Además, la organización le otorgó el Trofeo Esperanza, un reconocimiento para los mejores patinadores que han pasado por Palapikelc, una pista emblemática con más de 40 años de historia. A partir de ahora, la foto a tamaño real de Guillermo adornará una de sus paredes a modo de Hall of Fame.
La repercusión de Guillermo en el patinaje mundial es extraordinaria. Tanto él como sus entrenadores del Club Boadilla, Albert y Elba, han recibido elogios y felicitaciones de todas partes del mundo. Las voces más autorizadas del patinaje aseguran que es el patinador más completo y técnicamente mejor que se haya visto hasta el momento.