Economía

González Terol pide a Sánchez bajar el IBI

El alcalde de Boadilla del Monte, Antonio González Terol, pide al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, que los municipios sin deuda y con superávit puedan bajar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).

 

El alcalde de Boadilla del Monte, Antonio González Terol, ha dirigido una carta al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, para solicitarle que se adopten las medidas necesarias para que los ayuntamientos que lo deseen y cumplan, como el de Boadilla, determinados requisitos (no tener deuda ni déficit, haber generado superávit durante varios años consecutivos y pagar a sus proveedores en el plazo legal estipulado) puedan bajar el tipo de gravamen del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) más allá del mínimo, establecido en la Ley de Haciendas Locales.

En su momento, el Consistorio ya solicitó al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas la bajada del tipo mínimo legal al 0,4%, tras el incremento fijado en el Real Decreto de Medidas Urgentes en Materia Presupuestaria, Tributaria y Financiera derivado de la crisis económica que afrontaba España.

Terol explica en su misiva que el 46,3% de los ayuntamientos de toda España, según los datos que publica el Ministerio de Hacienda, no tienen deuda, en contraste con lo que sucede con otras administraciones que la siguen incrementando a pesar de tener mucha más autonomía fiscal que aquellos.

Lo que el Consistorio de Boadilla solicita al gobierno es que se flexibilice ese mínimo legal para poder bajarlo. El tipo aplicable se calcula teniendo en cuenta elementos que no dependen de las entidades locales, como el valor catastral, que se aplica sin considerar las particularidades de cada municipio, que son múltiples y diversas. En este sentido, Terol solicita que se aumente la autonomía fiscal de aquellas corporaciones locales que se encuentren económicamente saneadas para poder hacer esas modificaciones en los tipos.

El alcalde concluye su petición argumentando que "esta medida serviría de estímulo para que los ayuntamientos de España hagan un uso responsable de los recursos económicos de todos y evitar los derroches y excesos del pasado porque, por una parte, verán recompensada una gestión eficiente y prudente; y, por otra, sentirán la presión de la ciudadanía para que el gasto siempre sea destinado a fines necesarios y solicitados por los vecinos".