¿De dónde viene su pasión por la bicicleta?
Desde niño, yo empecé desde muy joven. Mi padre me llevaba a alquilar bicicletas, y cuando me lo pude permitir las alquilaba yo. De joven me saqué la licencia federativa. Por aquel entonces mis padres creían que era un capricho de juventud, pero realmente era mi pasión.
Tuvo que dejar la bicicleta y no la retomó hasta años más tarde, ¿por qué?
Éramos siete hermanos, la situación era difícil económicamente y tuve que ponerme a trabajar. Fue un trauma para mí dejar la bicicleta tan joven. No volví a retomarla hasta los 40 años, más o menos.
Compré entonces un par de bicicletas de mountain bike para mí y para mi hijo, y estuve compitiendo un tiempo. Yo siempre he hecho deporte, mountain bike, varios tipos de esquí, etcétera. En general, deportes de montaña y de nieve. Eso me ha dado la capacidad de poder competir ahora a tan alto nivel.
¿Por qué le llaman “El Pelu”?
Yo siempre he sido “El Pelu” para todo el mundo, porque he trabajado muchos años como peluquero. Tengo peluquerías actualmente en Majadahonda y Las Rozas, pero desde que me jubilé las llevan mis hijos y yo hago lo que me gusta que es pedalear.
¿Qué dice su familia y amigos de que no pare de competir al máximo nivel?
Mi familia está encantada, sobre todo mis nietos. A estas edades cada uno ya hace lo que quiere. Como no paro con la bicicleta ellos me ven y les debe parecer duro, pero lo hago porque me encanta. A alguno de mis nietos les gusta la bicicleta también.
¿Cuál es el secreto para seguir compitiendo con 71 años?
El secreto es cuidarse, no hacer excesos de nada. Comer de todo de manera equilibrada y sana. Entrenar continuamente pero también saber descansar, para poder recuperarse correctamente.
También puedo competir ahora porque he entrenado desde muy joven subiendo a las montañas. Hay gente que no ha adquirido estas capacidades y les cuesta más. Eso te da una base para seguir a partir de ahí.
"El secreto es cuidarse, no hacer excesos de nada"
Pero lo fundamental es que te guste. Mis amigos me dicen: “qué sacrificio”, y yo les digo que sacrificio ninguno, para mí es un gusto. Aunque llega un momento que tienes que bajar un poco de intensidad porque no recuperas igual que antes.
A pesar de que compito y hago ciclismo habitualmente, en los maratones que he hecho estos años ya me costaba recuperarme porque son esfuerzos muy grandes. De hecho, maratones ya no voy a hacer más. Por eso dije: voy a centrarme en el ciclocrós que no requiere de entrenamientos tan largos. Actualmente entreno todos los días un par de horas.
¿Hasta dónde le gustaría llegar?
Esto tiene su parte de sacrificio. Porque a veces quieres hacer una cosa pero no puedes porque tienes que prepararte. Pero no lo sé. Ya había dicho que lo iba a dejar, y al final no lo he dejado, sino que lo he retomado con más fuerza. Mi objetivo realmente era este último mundial y ya se verá en el futuro. Este mundial me ha dado muchísima satisfacción, por mi edad, por mi contrincante, por todo.
