Aurelio de Colmenares y Orgaz (Madrid, 11 de abril de 1873-26 de mayo de 1947) fue el VII conde de Polentinos, título que heredó con tan solo diecinueve años. Desde temprano demostró su interés por la historia, licenciándose en Filosofía y Letras y dedicándose al estudio de la historia de la ciudad de Madrid, fundamentalmente. Así, el Ayuntamiento de Madrid le nombró cronista oficial de la villa el 1 de junio de 1943 y publicó un año después de su muerte una antología de sus obras bajo el título de Investigaciones madrileñas.
Fue académico correspondiente de la Real de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo y miembro de la Sociedad Española de Amigos del Arte, Sociedad de Escritores y Artistas y Española de Excursiones. Esta última circunstancia pone de manifiesto su gran inclinación por los viajes y excursiones por todo el país en los que cargado con su cámara realizó un gran número de fotografías.
Su gran colección de unos 10.000 negativos en placas de vidrio está digitalizada y forma parte de la fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España
Muchas de estas imágenes son estereoscópicas, que se realizaban con una cámara que incorpora dos objetivos y permitía así obtener dos fotografías que colocadas en un visor estereoscópico permite visualizar un estereograma o imagen 3D que imita la visión binocular humana.
Su gran colección de unos 10.000 negativos en placas de vidrio fue donada por su heredero al Ministerio de Cultura Español. Actualmente se encuentra digitalizada y forma parte de la fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España.
En Boadilla
Una de sus excursiones por el solar hispano se realizó a Boadilla del Monte y de ella contamos con ocho negativos estereoscópicos en vidrio correspondientes a su visita aquí. Tres de estos negativos repiten la misma imagen y el Instituto del Patrimonio Cultural de España los sitúa cronológicamente entre 1892 y 1930.
Representan imágenes muy ilustrativas tanto del interior del Palacio del Infante don Luis como de sus alrededores.
- Una de las imágenes (la número 4) se refiere al jardín y su acceso desde el propio palacio, mostrando unos parterres muy crecidos, dos esfinges de mármol junto a la escalinata de acceso al palacio y unos jarrones de mármol.
- Otra de las imágenes (1) se corresponde con la fachada principal y nos muestra una explanada en la que se distribuyen una suerte de arboles de escaso crecimiento. Resulta curioso señalar la presencia de un grupo de personas que acceden al interior del palacio que podría corresponder con el conjunto de excursionistas en el que se integraba nuestro protagonista.
- Otra de las fotografías es del sepulcro de María Luisa de Borbón y Vallabriga junto con su esposo Joaquín de Melgarejo, localizado en la sacristía de la capilla del palacio. Y el interior de la capilla (3) es muy interesante ya que en ella se aprecian decoraciones ya desaparecidas como las de bronce que ornaban el sepulcro de la condesa de Chinchón o las maderas doradas y bronces que había en el coro.
- Sin duda alguna, la fotografía más interesante es la de una de las salas de estar del palacio (2) en la que se aprecia un suntuoso mobiliario, en su mayor parte cubierto de fundas blancas para su protección, lo que nos indica que en el momento de la visita el palacio no se encontraba habitado. La sala se encuentra decorada en su totalidad con papeles pintados que representan motivos geométricos y medallones, incluso en el techo. De igual modo, un buen número de cuadros cuelgan de las paredes de esta estancia y entre ellos destaca el de gran formato de María Luisa de Borbón y Vallabriga (hija pequeña del Infante don Luis) y su esposo Joaquín de Melgarejo, obra del pintor murciano Rafael Tegeo hacia 1832.