Marc Masip, psicólogo y experto en adicciones, impartió en el Colegio Virgen de Europa (CVE), el pasado 15 de febrero, una charla sobre la adicción al móvil, que él define como la heroína del siglo XXI.
Según explican en las redes sociales del colegio, la mayoría de padres y madres salieron realmente preocupados. A pesar de que todos conocemos por encima los riesgos de un uso inadecuado de dispositivos móviles, nadie está preparado para escuchar la verdad.
El móvil con conexión a internet, la consola de juegos, la tablet, por su capacidad para crear adicción, son considerados como una droga, y muchas familias se la ofrecen a niños que apenas cumplen los 12 años y que no están preparados para controlar lo que supone esa "envenenada" ventana al mundo: envío de imágenes inadecuadas, horas de consumo, redes sociales sin control, desconexión social y familiar y un largo etcétera.
El caso de la pornografía es especialmente sensible. Hay niños que visualizan imágenes con este tipo de contenido, fuera totalmente de su capacidad de comprensión, lo que puede provocar miedos y traumas durante mucho tiempo.
Un dato, en España y la mayoría de países de Europa, la edad mínima legal para utilizar whatsapp es de 16 años. En la teoría, ni siquiera los padres o tutores legales de un menor podrían abrirle una cuenta, ya que también se considera como incumplimiento de sus condiciones de uso.
Dejar un dispositivo a un niño como premio por buen comportamiento es invitarle a consumir una droga socialmente aceptada. Los dispositivos generan adicción y su retirada unilateral puede derivar en frustración y depresión.
Masip lo sabe de primera mano porque es el fundador de Desconect@, programa psicoeducativo de atención terapéutica y educativa que ayuda a los adolescentes con adicción o trastornos de conducta. Allí, muchos de ellos intentan 'curarse' de este enganche, de pasar horas y horas pegados a una pantalla.