Las fiestas de Boadilla del Monte, que comenzarán el próximo 6 de octubre, contarán con un amplio dispositivo de seguridad integrado por los 82 agentes que componen la plantilla de Policía Local, los 80 guardias civiles del puesto de Boadilla, a los que se sumarán los refuerzos enviados desde otras localidades, casi 50 integrantes de Protección Civil y vigilancia privada, que en momentos de especial aglomeración sumará hasta 30 vigilantes.
La Junta de Seguridad Local se ha reunido para ultimar todos los aspectos relativos a la seguridad de los festejos con el objetivo de evitar incidentes o altercados. Los diferentes cuerpos actuarán de forma coordinada prestando atención a distintas zonas y, especialmente, a los eventos con más aglomeración de público. Para ello se han elaborado dos planes específicos: el dispositivo de seguridad, a cargo de Policía y Guardia Civil, y el Plan de Emergencias, coordinado por Protección Civil.
Además de distintos puntos de identificación en varias zonas de acceso a Boadilla y al recinto ferial, habrá especial vigilancia en la carpa y alrededores durante los conciertos, incluidos agentes de paisano. También los encierros contarán con un dispositivo especial que velará por el cumplimiento de las normas establecidas y por la seguridad tanto de los corredores como del público asistente.
Igualmente habrá especial atención en las ubicaciones de posible botellón y en la zona joven, especialmente acotada en estas Fiestas, que estará ubicada en el aparcamiento del Centro de Empresas.
Ante el nivel de alerta antiterrorista en que se encuentra España, este año se han diseñado medidas específicas para evitar posibles ataques. Los agentes de Policía Local han recibido ya en este sentido formación específica por parte de la Comunidad de Madrid y han mantenido reuniones previas de carácter operativo con Guardia Civil.
Por último, y en base a las instrucciones recibidas desde el Ministerio del Interior, se realizarán cortes de tráfico mediante valla metálica, jardineras y bolardos de hierro en los puntos más estratégicos de la localidad para impedir así el acceso de vehículos.