Para las empresas y comercios que permanecen abiertos durante el verano, se aconseja intensificar las medidas de protección personal tales como observar si hay personas en actitud vigilante o sospechosa; evitar enfrentamientos directos y ante cualquier incidente avisar a la Guardia Civil y la Policía; estar atentos si entran grupos numerosos o desconfiar de quien entre con un casco de moto puesto o cualquier otro elemento que pueda dificultar su identificación visual.
Asimismo, y respecto a las medidas adoptar en el propio establecimiento, se insiste en la necesidad de ubicar adecuadamente las cámaras de seguridad enfocando a las puertas de acceso; instalar de forma visible desde el exterior y conectado a la central los sistemas de seguridad privados; proteger los escaparates y paredes contra alunizajes y butrones; evitar concentrar objetos de valor en una misma zona o cerca de los accesos; no acumular dinero en las cajas registradoras; o cerrar la caja intentando estar acompañando.
Los comercios que cierran durante el período estival cuentan, al igual que los domicilios particulares, con el servicio Vacaciones Tranquilas que se pone en marcha desde el 1 de julio hasta el 31 de agosto, y que les permite entregar sus llaves en las dependencias de la Policía Local que las custodiará y avisará a los afectados ante cualquier incidencia que se produzca, entrando, si procede, en la propiedad para tomar medidas urgentes. Otra modalidad es dejar el contacto, propio o de un familiar, para que la Policía avise telefónicamente de cualquier situación anómala que se produzca.