También contamos con una obra de 1739 dibujada por Louis-Fabricius Dubourg y grabada por Pierre Tanje, ambos miembros de la Academia de Dibujo de Amsterdam, que lleva por título El triunfo de la reina Isabel de Farnesio y del que se conserva una copia en la Biblioteca Nacional de España.
En la parte superior, una inscripción que podemos traducir como “Feliz reina, madre fecunda/ a mis hijos les aseguro un destino digno de mi/ y soy las delicias de un rey/ quien engorda por su virtud las delicias del mundo”, nos ilustra perfectamente sobre dos de las grandes obsesiones de la reina Isabel de Farnesio. Por un un lado, contentar el ardor amoroso de su esposo; y, por otro, la búsqueda de un buen destino para su prole.
Esta última circunstancia se aprecia en la obra, donde el infante don Carlos, futuro Carlos III, posa su mano sobre la corona como rey de Nápoles desde 1734.
De igual modo, unos amorcillos ofrecen al infante don Felipe las insignias de las órdenes militares y junto a él se observa una corona que reflejaría la intención de su madre de conseguir para su hijo el ducado de Parma, que no obtendría hasta 1748 tras la paz de Aquisgrán. Otro ángel entrega a la infanta doña María Victoria un escudo con las armas de los Braganza, reyes de Portugal, representando el matrimonio de esta con el infante José en 1729, que reinara en el país vecino en 1750 como José I.
Por último, nuestro protagonista, el infante don Luis arrodillado en primer término, porta en su mano izquierda el báculo de arzobispo con la correspon- diente cruz con dos travesaños, que le es entregado por una mujer tocada con la tiara papal y que representa la iglesia de Roma. A su vez, tres putti le entregan el báculo, la mitra y el capelo, símbolos de su estatus religioso como cardenal.
El grabado está fechado en 1739, cuando el infante don Luis ya ocupaba el arzobispado de Toledo desde 1735 y el cardenalato de Santa María de la Scala de Roma, que había obtenido ese mismo año con tan solo siete años de edad. Por su parte, también ocuparía el arzobispado de Sevilla en 1741.