Boadilla y su historia

El dormitorio de la condesa de Chinchón en el palacio de Boadilla (I)

En el extremo nordeste del cuerpo principal del palacio del infante don Luis y en su planta primera o noble se encuentra la estancia conocida como la sala de la condesa de Chinchón, en la que, a lo largo de 2021, se restauró su decoración de papeles pintados en el techo y trampantojos en columnas y arquitrabes, trabajos que nos han permitido profundizar en el conocimiento de esta parte del edificio.

 

Esta habitación se transformó a principios del siglo XVIII por varios motivos, a saber: en 1796 en las estancias superiores hubo un importante incendio que debió afectar también a estas habitaciones inmediatas; por otra parte, la nueva propietaria del palacio, María Teresa de Borbón y Vallabriga, necesitaría de un dormitorio como correspondía a una dama de la época y estancias vinculadas al mismo, como vestidor y dormitorio de su sirvienta, ya que el palacio solo contaba en la planta principal con el pequeño dormitorio de su padre el Infante Don Luis.

Si tenemos en cuenta que en 1803 Luis María de Borbón y Vallabriga, ya cardenal y arzobispo de Toledo y de Sevilla, cede a su hermana María Teresa la mayor parte de la herencia recibida de su padre, entre otras cosas el título nobiliario de Condesa de Chinchón y que, por otra parte, ésta, con motivo del Motín de Aranjuez en 1808, deja de frecuentar sus palacios madrileños, es más que probable que la condesa transformase estas estancias entre 1803 y 1808.

 

Dos ambientes

Esta habitación tendría dos ambientes distintos que estarían divididos por un gran cortinaje que colgaba de una barra de hierro todavía visible y situada tras el arquitrabe que sustentan las dos grandes columnas situadas en el centro de la sala.

  • Por una parte, estaría el ámbito de morfología absidial o semicircular con un remate recto que correspondería al cabecero de la cama y a ambos lados del mismo se encuentran dos puertas de madera que presentan la misma morfología curva de la sala. Una de estas puertas es la original de principios del XVIII y en el interior de la hoja se han podido restaurar y recuperar dos capas de papel pintado que decoraban esta puerta con un trampantojo que imitaba una especie de marmoleado, uno en tonos verdosos y otro pajizos.

De igual modo, los trabajos de restauración han permitido documentar restos de papel pintado en la jamba de esta puerta lo cual nos induce a considerar que muy probablemente las paredes, o al menos el zócalo de esta habitación, estaban decorados con papel pintado. En el centro del techo se conserva una barra de hierro recubierta de pan de oro que serviría para sustentar una tela de tul que actuaría como mosquitera.

  • La otra parte de la estancia es la más cercana a la gran ventana e incluye una pequeña chimenea con embocadura de madera noble que incorpora una sencilla decoración de bolas recubiertas con pan de oro, por su parte, la ventana presenta un importante marco de madera con moldura y decoración vegetal a base de hojas recubiertas con pan de oro. Con toda probabilidad esta zona del dormitorio tendría un carácter más estancial.
 

Columnas centrales

El dormitorio presenta en el centro dos importantes columnas realizadas mediante largos listones de madera y enlucidos de estuco. En su parte inferior se apoyan en unas basas decoradas con pan de oro muy perdido, debido probablemente al roce sufrido en estas zonas bajas, y que a su vez descansa en un plinto.

Las columnas sostienen sendos capiteles corintios decorados con pan de oro en perfecto estado de conservación.

Tanto los fustes de las columnas como el arquitrabe que rodea toda la estancia presentan una decoración consistente en un enlucido pintado que a modo de trampantojo imita un marmoleado.