Esta habitación se transformó a principios del siglo XVIII por varios motivos, a saber: en 1796 en las estancias superiores hubo un importante incendio que debió afectar también a estas habitaciones inmediatas; por otra parte, la nueva propietaria del palacio, María Teresa de Borbón y Vallabriga, necesitaría de un dormitorio como correspondía a una dama de la época y estancias vinculadas al mismo, como vestidor y dormitorio de su sirvienta, ya que el palacio solo contaba en la planta principal con el pequeño dormitorio de su padre el Infante Don Luis.
Si tenemos en cuenta que en 1803 Luis María de Borbón y Vallabriga, ya cardenal y arzobispo de Toledo y de Sevilla, cede a su hermana María Teresa la mayor parte de la herencia recibida de su padre, entre otras cosas el título nobiliario de Condesa de Chinchón y que, por otra parte, ésta, con motivo del Motín de Aranjuez en 1808, deja de frecuentar sus palacios madrileños, es más que probable que la condesa transformase estas estancias entre 1803 y 1808.